Rapanui le da un nuevo impulso a su negocio. La empresa familiar, fundada por Diego Fenoglio y conocida a nivel mundial por las clásicas frambuesas congeladas bañadas en chocolate -Franuí-, anticipó la apertura de una nueva planta industrial, con la que busca duplicar la producción y reforzar su presencia en los mercados del exterior.
El nuevo establecimiento, que quedará inaugurado en mayo en la localidad de Fátima -en el partido de Pilar- será el quinto sitio productivo de la empresa en el país y el primero de productos terminados fuera de la Patagonia. Su construcción demandó una inversión de US$10 millones, financiada parcialmente por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE): le otorgó un crédito de $3000 millones para la última etapa de la obra.
Montada sobre una superficie de 5500 metros cuadrados, la planta estará dedicada casi exclusivamente a la elaboración de Franuí. Según estimaciones, le permitirá a la firma escalar al doble la producción, que hoy ronda en las 100 toneladas mensuales.
“El éxito de Franuí, un producto de la Patagonia que está conquistando los mercados del mundo, nos impulsó a la búsqueda de mercados para exportar. Hoy llegamos a destinos como Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Uruguay, México y Perú, donde ampliaremos las ventas a partir de la nueva planta, ya que aporta una ubicación y logística estratégica para acceder a los puertos. Además, buscamos expandir esta presencia a más de 50 países para finales de año”, señaló Fenoglio.
De acuerdo con la compañía, la planta generará 250 puestos de trabajo. Estos se sumarán a las más de 1400 posiciones, distribuidas en los otros cuatro establecimientos productivos de la compañía: tres en Bariloche y uno en el Mercado Central de Buenos Aires– dedicado al procesamiento de frutas, para las bases de los helados-.
“Nuestro principal objetivo para este año es crecer a mayor ritmo, eso conlleva la finalización de la planta de Fátima que estará operativa el próximo mes y la plantación de fruta fina y cámaras de frío para integrar nuestra producción hacia atrás, mejorando los costos y asegurando la calidad del producto”, agregó el empresario.
Fundada en 1996 por Diego Fenoglio en San Carlos de Bariloche, la empresa es reconocida por la elaboración de chocolates y helados artesanales. Sin embargo, fue Franuí el producto que le dio proyección global: en diciembre de 2020, la firma vendió el primer pote en el exterior, tras el corte de cintas de su planta en España que le demandó una inversión de 3,5 millones de euros. Hoy, llega a cerca de 40 países, como Andorra, Portugal, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza, Islandia, Grecia, Marruecos, Moldavia, Arabia Saudita, Dubái, Israel, y Australia entre otros.
Como parte de su expansión, recientemente, Rapanui también cerró un acuerdo con Starbucks, que le permitió llevar su icónico producto a las cafeterías de la cadena en Francia y Rumania. “Un producto que nació en la Patagonia, en una pequeña fábrica rodeada de montañas y lagos, hoy da otro paso gigante para seguir llegando a cada vez más rincones del planeta”, señaló Leticia Fenoglio, hija del fundador y CEO de la firma, en ese entonces.