OSLO.– La ganadora del Premio Nobel de la Paz María Corina Machado habló el viernes de su travesía a Oslo y dijo que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dejaría el poder, ya sea mediante una transición negociada o no, además de agregar que su objetivo es lograr que la transición sea pacífica.
La líder opositora venezolana llegó a la capital noruega en la madrugada del jueves, desafiando una prohibición de viaje de una década impuesta por el régimen chavista, después de haber pasado más de un año en la clandestinidad.
“Maduro dejará el poder, sea negociado o no negociado”, dijo Machado, hablando en español, en una conferencia de prensa en la capital noruega. “Estoy enfocada en una transición ordenada y pacífica.”
En referencia a su viaje, Machado dijo que temió por su vida para salir de su país, en un viaje por cielo, tierra y mar, según medios norteamericanos.
“Hubo momentos que sentí que había riesgo real para mi vida, y que fue un momento también muy espiritual porque, al final simplemente sentí que estaba en las manos de Dios”, dijo en una rueda de prensa con un grupo de medios en español en Oslo.
La líder opositora tuvo prohibido postularse en las elecciones presidenciales del año pasado, a pesar de haber ganado por amplio margen las primarias de la oposición. Ese mismo año optó por esconderse después de que las autoridades ampliaran las detenciones de figuras opositoras tras la controvertida elección.
La autoridad electoral y el máximo tribunal declararon ganador a Maduro, pero observadores internacionales y la oposición afirman que su candidato, Edmundo González Urrutia ganó con comodidad, y la oposición ha publicado actas de mesa como prueba de su victoria.
Cuando Machado ganó el Nobel en octubre, lo dedicó en parte al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pretendía recibir el galardón.
Desde entonces, la líder opositora se ha alineado con los sectores más duros de la administración norteamericana que sostienen que Maduro tiene vínculos con bandas criminales que representan una amenaza directa para la seguridad nacional estadounidense, pese a las dudas planteadas por la comunidad de inteligencia de Estados Unidos.
Desde su llegada a Noruega el jueves por la madrugada, Machado ha reiterado a la prensa que no dará ningún detalle de su travesía para no comprometer a las personas que la ayudaron.
“Yo no voy a dar ningún detalle, no voy a hacer ningún comentario de la parte logística de este proceso”, dijo. Pero en “la parte personal y humana, sí puedo decirles que fueron horas muy intensas donde hubo momentos que sé que había riesgo real”.
Agregó que cuando se preparaba para dejar su país, donde ha vivido en la clandestinidad desde agosto 2024, se dijo: “Será lo que el Señor decida”.
“Y quiso [Dios] que yo estuviera aquí y que pudiera abrazar a mi familia y a familiares de muchos presos políticos que llegaron a Oslo”, añadió la líder opositora.
El lunes por la tarde, Machado salió de su clandestinidad en las afueras de Caracas rumbo a un pueblo pesquero, según la reconstrucción de The Wall Street Journal en base a los testimonios de funcionarios norteamericanos.
Emprendió junto a dos acompañantes un viaje en el que superaron diez retenes militares, con la líder opositora usando peluca y disfraz para engañar a los agentes, hasta llegar a un pueblo en la costa venezolana.
Después del primer tramo por tierra, la líder opositora debió subirse a una pequeña embarcación hasta una locación no confirmada para desde allí tomar un avión directo a Noruega.
Tanto el tramo por tierra como el viaje náutico posterior, que duró alrededor de 14 horas, estuvieron a cargo de una empresa privada de Estados Unidos llamada Grey Bull Rescue Foundation.
“Fue peligroso. Fue aterrador. Las condiciones del mar eran ideales para nosotros, pero ciertamente no era agua en la que quisieras estar… cuanto más altas las olas, más difícil es para el radar ver. Así funciona”, explicó el director de la empresa y veterano de las fuerzas especiales norteamericanas, Bryan Stern, en una entrevista el miércoles con CBS News.
Según Stern, que escoltó a Machado en persona, la extracción fue organizada en solo cuatro días -aunque su equipo estuvo preparando el operativo en Venezuela por meses- y contó con la participación de al menos 12 personas, que proporcionaron desde tareas de inteligencia hasta traducción y logística.
El director del operativo dijo además que el rescate estuvo financiado por “unos pocos donantes generosos”, y reconoció que él y su organización “colaboraron extraoficialmente” con el Ejército norteamericano, en particular para evitar ser atacados por equivocación. Sin embargo, negó que la administración de Trump estuviera detrás de la operación.
“El gobierno de Estados Unidos no contribuyó con un solo centavo a esta operación, al menos no que yo sepa,” dijo Stern.
Respecto al hecho de que la galardonada no llegó a tiempo de asistir a la ceremonia de premiación y a los rumores de complicaciones en el viaje, Stern aseguró que “nada salió mal, simplemente llevó tiempo”.
Sin embargo, The Wall Street Journal informó que el primer equipo de rescate que intentó trasladar a la Machado por el Caribe perdió el rumbo y estuvo al menos tres horas a la deriva una vez que su sistema de geolocalización cayó por la borda y falló su dispositivo de repuesto.
En base a información aportada por el propio Stern y otra persona familiarizada con la operación, así como mensajes de texto, videos y fotos de la misión revisados por el medio, la operación estuvo a punto de fracasar hasta que otra embarcación más grande, en la que se encontraba el veterano norteamericano, encontró la lancha perdida y subió a Machado a bordo.
Una vez a salvo, la galardonada envió un video de prueba de vida a funcionarios norteamericanos en el que aseguraba estar “viva, a salvo y muy agradecida”.
Habiendo concluido con éxito la travesía, Stern reconoció haber recomendado a Machado no intentar volver a su país, algo que la líder opositora ha manifestado pretende hacer, aunque sin especificar el momento.
Además de una esperada reunión con sus hijos después de dos años en la clandestinidad, la galardonada aprovechó su estadía en Oslo para hablar con los medios y participar de una audiencia con los reyes de Noruega, Harald V y Sonia, en el Palacio Real de Oslo.
Agencias AFP y Reuters