En agosto hubo más consumo que un año atrás, pero menos que en julio

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En agosto, tras el inicio de la volatilidad cambiaria, el consumo masivo subió 4% frente al mismo mes del año anterior, pero cayó 1,9% respecto de julio. Aun así, en el acumulado del año registra un avance de 1,2%, según el último informe de tendencias de consumo de la consultora Scentia.

Como en meses previos, el desempeño fue dispar según el canal de venta. Los kioscos retrocedieron 4,4% frente a julio, seguidos por farmacias (-2,6%), autoservicios independientes (-2,2%) y mayoristas (-0,9%). En cambio, el comercio electrónico creció 5,2% en la comparación mensual y los supermercados de cadena, 2,2%.

En la comparación interanual, los mayoristas se hundieron 8,1% y los supermercados de cadena cayeron 5,1%. En contrapartida, el e-commerce se disparó 13,3%, seguido por almacenes y kioscos (10,3%), autoservicios independientes (5,7%) y farmacias (3,3%).

Por rubros, casi todas las canastas mostraron variaciones positivas, salvo bebidas alcohólicas e higiene y cosmética, que retrocedieron 2% y 3,1% interanual, respectivamente. El precio promedio ponderado continuó descendiendo, en línea con el índice de precios al consumidor (IPC), con una variación ya por debajo del 30% anual.

El relevamiento de Focus Market, basado en datos de Scanntech (lector de códigos en 756 puntos de venta del país), mostró resultados diferentes: en agosto el consumo masivo creció 0,9% interanual y 4,4% mensual.

“En los últimos meses, el mapa del consumo exhibe un corrimiento en los hábitos de compra. Los puntos de reposición –almacenes, autoservicios de cercanía y cadenas de descuento– muestran subas, mientras que las grandes superficies y el canal mayorista registran caídas”, explicó Damián Di Pace, director de la consultora.

Según este informe, en el área metropolitana las ventas aumentaron 13% en agosto y la facturación 11,4% frente a julio. En el interior, en cambio, el consumo avanzó apenas 0,1% y la facturación retrocedió 1,8%.

“La tendencia refleja un consumidor más cauteloso, que repone lo justo y necesario, evitando el stockeo característico de otras etapas de inflación acelerada. Con ingresos que no acompañan los precios y un horizonte incierto en tarifas y empleo, el ticket promedio se achica: prevalece la compra chica y frecuente, ajustada al bolsillo”, agregó Di Pace.

Por formato, las tiendas independientes crecieron 11,1% ($11.378 de ticket promedio). En cambio, los autoservicios grandes bajaron 2,5%, con un ticket promedio de $9797; los medianos cayeron 0,8%, con un ticket promedio de $7550, y los chicos, 0,2%, con un ticket promedio de $6766.

“El fenómeno no es solo coyuntural, sino que marca un cambio en la lógica del consumidor argentino: en vez de invertir en mercadería como refugio de valor, privilegia la administración estricta del gasto corriente. Para la industria y el retail, el desafío pasa por rediseñar estrategias comerciales en un escenario donde la reposición rápida pesa más que la compra grande, y donde la lealtad a la marca se tensiona con la necesidad de ajustar cada peso”, concluyó Di Pace.

En tanto, para Nielsen IQ, en agosto el consumo aumentó 3,1% interanual en la canasta relevada, con una suba acumulada de 2,4% en lo que va del año. El canal tradicional lidera con un alza de 11,2% interanual y 9% acumulado. Kioscos y minimercados también avanzan (3,8% y 4,6%, respectivamente), mientras que farmacias y perfumerías crecen 1,7% interanual y 8% en el año.

Por el contrario, los supermercados de cadena y los independientes caen tanto interanual como en el acumulado: los primeros, 1,3% y 3%; los segundos, 1,9% y 1,3%.

En cuanto a categorías, bebidas mostró un incremento interanual de 3,9%, impulsada por las opciones sin alcohol (+6,8%), mientras que las alcohólicas cayeron 3,8%. Alimentos subió 2,7%, con mejor desempeño en los no básicos (3,9%) que en los básicos (1,5%). Golosinas también se movió en positivo (+1,8%).

Por último, en cuidado personal y limpieza se registró un alza interanual de 2,2%, con mayor impulso en limpieza del hogar y de la ropa (4,6%) que en cosmética y tocador (1,2%).