Cuál es el poder de fuego que tiene el Gobierno para frenar al dólar

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El tipo de cambio mayorista subió $108, equivalente a un 8%, desde el viernes 5 pasado, previo a las elecciones en la provincia de Buenos Aires, y hoy alcanzó el techo de la banda de flotación, que se actualiza diariamente al ritmo del 1% mensual. Actualmente, cotiza en $1474,40.

En este escenario, el Banco Central (BCRA) quedó habilitado para intervenir, según lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril pasado, ya sea mediante la venta de dólares o, como prefiere decir el Gobierno, la compra de pesos.

Hoy, las reservas brutas del BCRA ascienden a US$39.875 millones, aunque las netas (descontados los compromisos de corto plazo) rondarían niveles negativos por unos US$8000 millones, de acuerdo con cálculos privados.

Pese a esa debilidad, tras el acuerdo con el FMI, la entidad monetaria dispone de un “poder de fuego” de US$14.000 millones, correspondientes a los desembolsos que el organismo realizó en los últimos cinco meses y que quedaron habilitados para intervenir en defensa del techo de la banda cambiaria.

El Tesoro, por su parte, también cuenta con alrededor de US$585 millones en depósitos para “dar liquidez” al mercado. Así lo explicó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, al justificar la intervención cambiaria que realizó el Ministerio de Economía en la semana previa a los comicios bonaerenses.

El uso de dólares para contener el tipo de cambio, sin embargo, genera desconfianza en el mercado financiero. La escasa acumulación de reservas fue y sigue siendo el talón de Aquiles del programa económico, advierten los analistas.

El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró ayer en la red social X que el Banco Central solo comprará dólares cuando la cotización llegue al piso de la banda ($948). Aclaró, no obstante, que el Tesoro puede comprar en cualquier momento, aunque al valor actual “ya no compra más” y que, en el techo de la banda, el Banco Central interviene con pesos para absorberlos y reducir la volatilidad cambiaria.

En los últimos meses, el Tesoro adquirió US$3000 millones a precios inferiores a $1200, pero destinó la mayor parte de esos fondos al pago de vencimientos con acreedores privados y organismos multilaterales.

La principal inquietud del mercado, reflejada en la caída de los bonos y en la suba del riesgo país, es cómo hará el Gobierno para cumplir con sus compromisos de corto plazo, en un contexto de financiamiento internacional cerrado y con pocos depósitos en el Tesoro.

“Hace meses que estamos trabajando en diferentes alternativas. Como siempre, solo anunciaremos algo cuando sepamos que está concretado. Pero vamos a honrar todas las deudas, como lo hemos venido haciendo desde que asumimos, aun con muchos menos recursos que ahora”, afirmó también Caputo en la red social X.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, en abril pasado cuando anunciaron el acuerdo con el FMIPresidencia

En enero, el Tesoro deberá afrontar un vencimiento de US$4300 millones con bonistas que ingresaron en la reestructuración de deuda impulsada por el exministro Martín Guzmán, además de otros US$1000 millones correspondientes al Bopreal, el bono emitido por el BCRA para financiar deudas comerciales heredadas que tenían los importadores.

Entre las herramientas disponibles para contener al dólar, el equipo económico podría aplicar una nueva suba en las tasas de interés, aunque después de las elecciones bonaerenses, y tras el brusco aumento del tipo de cambio el lunes siguiente, decidió flexibilizar la política monetaria para darle aire a la actividad económica.

También se descuenta que el BCRA mantendrá una intervención en el mercado de futuros, donde se definen los precios del tipo de cambio a mediano y largo plazo.

El Central podría incluso aumentar los encajes bancarios para restringir aún más la liquidez y desalentar la demanda de dólares, aunque este instrumento ya opera en niveles récord, del 53,5%.

“Los dólares que pierda hoy el BCRA para sostener el techo van a impactar en las reservas brutas, pero no en las netas (al menos en la definición del FMI, no en la que inventa cada uno)”, aclaró el economista Martín Polo.

El Gobierno busca con estas medidas evitar un salto brusco en la cotización del dólar en un escenario político incierto. Sin embargo, los analistas advierten que la capacidad de respuesta es limitada y que el mercado seguirá poniendo a prueba la estrategia oficial en las próximas semanas, sobre todo si no surgen señales claras de fortalecimiento de reservas y de un anclaje creíble en las expectativas.