Violenta caída del gobierno comunista en Nepal: incendian edificios públicos y persiguen funcionarios en un estallido social

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KATMANDÚ.– Cientos de manifestantes incendiaron el martes el Parlamento de Nepal y varias residencias de dirigentes políticos, en desafío al toque de queda impuesto tras la renuncia del primer ministro, Khadga Prasad (K.P.) Sharma Oli. La dimisión del líder de 73 años ocurrió después de que la represión de las protestas del lunes contra el bloqueo de redes sociales dejara al menos 19 muertos y más de un centenar de heridos.

“Cientos de personas penetraron en el recinto del Parlamento y prendieron fuego al edificio principal”, declaró a AFP un vocero de la secretaría de la Cámara, Ekram Giri. Videos difundidos en redes sociales mostraban una espesa columna de humo envolviendo el edificio en el corazón de Katmandú, mientras grupos de jóvenes atacaban oficinas públicas y casas de líderes del oficialismo y la oposición.

El parlamento de Nepal en llamas

El Ejército de Nepal hizo un llamamiento a la “calma” y la “contención” tras los violentos episodios. “Pedimos la protección del patrimonio nacional. Queremos recordar que los bienes históricos, culturales, arqueológicos y nacionales, así como su protección, es también un deber de cada uno de los ciudadanos, especialmente en este momento tan crítico”, aseveraron las Fuerzas Armadas.

Así, reafirmaron su compromiso de “salvaguardar” las vidas de los nepalíes e instaron a evitar la violencia y a “disminuir la tensión”. En un comunicado, pidieron a todas las partes adoptar medidas para que la situación “no se deteriore”.

Las manifestaciones comenzaron el lunes, lideradas por jóvenes indignados por la decisión del gobierno de bloquear plataformas como Facebook, YouTube, X y LinkedIn, que no se habían registrado ante las autoridades en el plazo establecido. Aunque el bloqueo –que afectó a 26 sitios– se levantó el martes, la protesta se transformó en un movimiento mucho más amplio contra la corrupción y la élite política del país.

“Estoy aquí para protestar por la enorme corrupción en nuestro país”, dijo a AP el estudiante Bishnu Thapa Chetri. “El país se ha deteriorado tanto que para nosotros, los jóvenes, no hay razones para quedarnos en el país”.

Las críticas se centraron en los llamados “Nepo Kids”, hijos de dirigentes que disfrutan de lujos mientras el desempleo juvenil alcanzaba el 20% en 2024, según el Banco Mundial. Más de 2000 jóvenes nepalíes emigran a diario hacia Medio Oriente o el sudeste asiático para encontrar trabajo, según estimaciones oficiales.

Un manifestante con chaleco antibalas y un escudo arrebatado a un policía grita consignas en Singha Durbar, sede de varios ministerios y oficinas del gobierno de Nepal, durante una protesta contra la prohibición de las redes sociales y la corrupción en Katmandú, Nepal, el martes 9 de septiembre de 2025.Niranjan Shrestha – AP

El lunes, decenas de miles de manifestantes rodearon el Parlamento. La policía respondió con balas de goma, gases lacrimógenos y, según Amnistía Internacional, munición real, lo que dejó 19 muertos. “Muchos de ellos se encuentran en estado grave y parecen haber recibido disparos en la cabeza y el pecho”, explicó el doctor Badri Risa, del Centro Nacional de Trauma, donde ingresaron siete de los fallecidos.

“Castiguen a los asesinos en el gobierno. Dejen de matar niños”, gritaban los manifestantes, mientras otros coreaban: “Alto a la prohibición de redes sociales. Detengan la corrupción, no las redes sociales”.

El aeropuerto internacional de Katmandú fue cerrado por el humo de los incendios, y helicópteros militares evacuaron a ministros. Entre las viviendas incendiadas estaban la residencia privada de Oli, la del presidente, la del ministro del Interior Ramesh Lekhak –que ya había dimitido–, y la de líderes del Congreso Nepalí y del Partido Comunista Maoísta.

“Estamos aquí para protestar porque nuestros jóvenes y amigos están siendo asesinados, estamos aquí para buscar que se haga justicia y que el régimen actual sea derrocado”, señaló Narayan Acharya, uno de los manifestantes.

Manifestantes queman neumáticos en violación del toque de queda en Katmandú, Nepal, el martes 9 de septiembre de 2025.Niranjan Shrestha – AP

Manifestantes también incendiaron el edificio de Kantipur Publications, el mayor grupo de medios de Nepal y editor de The Kathmandu Post, lo que dejó fuera de servicio sus servidores e impidió actualizar la web. El diario informó en X que continuará difundiendo reportajes y novedades a través de sus redes sociales y agradeció el apoyo de sus lectores.

Presionado por la crisis, Oli presentó su renuncia al mediodía “con el fin de dar nuevos pasos hacia una solución política”, escribió en una carta al presidente. Su ayudante, Prakash Silwal, confirmó la decisión a Reuters. El primer ministro había convocado antes una reunión multipartidaria en la que pidió “recurrir al diálogo pacífico para encontrar soluciones a cualquier problema”, aunque la ira en las calles no remitió.

El líder comunista inició en 2024 su cuarto mandato al frente de un gobierno de coalición con el Congreso Nepalí. Su salida abre un nuevo capítulo de incertidumbre en un país que abolió la monarquía en 2008 tras una década de guerra civil, y que desde entonces arrastra inestabilidad política y bajo crecimiento económico.

El recién elegido primer ministro de Nepal, KP Sharma Oli, observa durante la ceremonia de juramentación en la Casa Presidencial en Katmandú, el 15 de febrero de 2018.BIKASH KARKI – AFP

El conflicto se enmarca en un proyecto de ley impulsado por el gobierno para regular las redes sociales, que exige a las plataformas designar una oficina de enlace en Nepal. Organizaciones de derechos humanos lo calificaron de intento de censura. “La violencia no beneficia a la nación”, insistió Oli antes de dejar el poder, anunciando una comisión investigadora sobre la represión y compensaciones a las familias de los muertos.

Sin embargo, para muchos jóvenes, las promesas llegan tarde. “Seguimos aquí en pie por nuestro futuro… Queremos un país libre de corrupción para que todo el mundo pueda acceder fácilmente a la educación, los hospitales, las instalaciones médicas… y por un futuro brillante”, dijo a Reuters TV el manifestante Robin Sreshtha.

Con una población de 30 millones, de los cuales el 43% tiene entre 15 y 40 años, Nepal enfrenta un presente marcado por la desconfianza hacia su clase dirigente, un PBI per cápita de apenas 1447 dólares y una sangrienta jornada que ya se perfila como la peor crisis política en décadas.

Una ambulancia pasa junto a manifestantes que queman neumáticos para bloquear calles durante las protestas contra la prohibición de las redes sociales y la corrupción en Katmandú, Nepal, el martes 9 de septiembre de 2025.Niranjan Shrestha – AP

Agencias AFP, AP y Reuters

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