Tras unas vacaciones de verano en Grecia, la reina Máxima volvió al ruedo y retomó su agenda laboral. Tras asistir junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro, y sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, al Gran Premio de Países Bajos de la Fórmula 1, este martes 2 de septiembre asistió a una obra en construcción y fiel a su estilo dio que hablar con sulook poco convencional.
Luego de la graduación de la princesa Amalia del curso de Política, Psicología, Derecho y Economía (PPLE) de la Universidad de Ámsterdam el 14 de julio, los reyes y las princesas se tomaron vacaciones. Estuvieron en Grecia, donde disfrutaron de pasear en yate, descansar y pasar tiempo de calidad en familia. Pero el receso de verano llegó a su fin y esta semana la monarca retomó oficialmente sus compromisos. Visitó las localidades de Amstelveen, Ouderkerk aan de Amstel y Hilversum en la provincia de Holanda Septentrional y se abocó a las actividades de infraestructura.
“La visita se centra en la aplicación de la circularidad. El sector aspira a ser climáticamente neutro para 2030, operar de forma totalmente circular y reutilizar la mayor cantidad posible de materias primas en la construcción, la sustitución, el mantenimiento y la renovación de infraestructuras”, indicó la casa de Orange-Nassau. Lejos de ser una mera observadora, volvió a demostrar que es una reina intrépida y comprometida: se subió a las máquinas, aprendió sobre las distintas funciones, conversó activamente con los operarios y hasta aceptó sacarse selfies. Primero visitó el Centro de Información InZicht en Amstelveen, luego el puente sobre el Bullewijk en Ouderkerk a de Amstel y por último estuvo en Hilversum para interiorizarse sobre el tren de reciclaje de asfalto.
Para hacerlo tuvo que dejar a un lado la corona y usar un equipo de seguridad. Se puso un casco blanco, chaleco y pantalón anaranjado fluorescente y zapatos especiales para estar protegida. Asimismo, se pudo ver que debajo llevaba un look formal pero relajado: una blusa verde de mangas amplias, un pantalón rosa, un par de stilettos verdes, un clutch y anteojos de sol.
Esta no es la primera vez que la monarca nacida en la Argentina luce atuendos “poco convencionales”. Usó chalecos de seguridad, cascos y anteojos cuando visitó fábricas u obras en construcción, batas blancas cuando recorrió laboratorios y en mayo hasta usó un traje camuflado con borcegos cuando se sumó a un entrenamiento organizado por el Ministerio de Defensa de los Países Bajos.
Por otra parte, el domingo 31 de agosto, Zorreguieta y su familia cumplieron con la tradición de visitar el Circuito de Zandvoort durante el Gran Premio de Países Bajos y alentar al campeón del mundo local, Max Verstappen. Para su primer evento de la segunda parte del año, la monarca optó por un look canchero y relajado. Lució una remera blanca de manga corta con una pollera midi con volados en tonos nude y naranja y un delicado cárdigan sobre los hombros. Añadió sandalias de taco color nude y para acentuar los colores de su reino, lució una cartera anaranjada con detalles en blanco. Como de costumbre sumó varias pulseras, algunos collares largos y un par de lentes de sol marrones estilo aviador.
En la previa del Gran Premio, Máxima sorprendió a todos al hacer un análisis, en español, sobre la Fórmula 1. “Me parece que hay mucha gente naranja, como le decimos nosotros, que viene a disfrutar de este deporte, apoyando mucho a Max (Verstappen), pero también a todos los corredores. En el fondo es un deporte fantástico, donde no solo son los pilotos, también son las escuderías, con la tecnología que tienen… Es muy interesante y divertido para todos”, sostuvo en diálogo con ESPN Argentina. A partir de esto, Juan Fossaroli le preguntó si “en su corazoncito” también hincharía por Franco Colapinto, a lo que respondió que sí, pero que aún no lo había conocido personalmente.
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