En los últimos días parte de la región italiana de Emilia-Romaña se vio gravemente afectada por un fuerte temporal de viento, lluvia y granizo tras días de altas temperaturas. Rávena, Forlì, Rímini y Milán Marítima reportaron inundaciones y daños considerables.
LN+ difundió imágenes de los destrozos que dejó la tormenta: autos aplastados por árboles, calles inundadas, baldosas levantadas y pozos en las calles que produjeron severos inconvenientes en la circulación del tránsito. Según trascendió, hubo granizo del tamaño de pelotas de tenis, que impactaron en locales de playa e instalaciones balnearias.
Las tormenta eléctricas obligaron a suspender el tráfico ferroviario entre Rímini y Ravenna, y las autoridades tuvieron que evacuar a los pasajeros que viajaban en un tren.
Inclemencia climática
Este verano la costa norte del Mar Adriático fue golpeada varias veces por la inestabilidad climática en medio de la ola de calor que afecta el Europa. A principios de este mes, allí se reportaron fuertes tormentas, actividad eléctrica e intensas precipitaciones.

Uno de los eventos más impresionantes fue la formación de trombas marinas, un remolino de aire que se forma sobre el agua y, que a diferencia de los tornados, van desde la superficie hacia la nube.