A cinco años del caótico estallido en Chile, el candidato que promete orden y disciplina se consolida como favorito

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SANTIAGO, Chile.- En un país que hace apenas cinco años ardía en protestas contra la desigualdad y exigía una nueva Constitución, hoy el candidato que promete orden, disciplina fiscal y mano dura en seguridad encabeza las encuestas.

José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, ha levantado sus expectativas en los últimos sondeos y ya comienza afianzarse como el ganador de cara a las elecciones del 16 de noviembre, desplazando a la carta oficialista, la comunista Jeannette Jara, y desafiando la memoria reciente de un Chile que buscó reinventarse en las calles y terminó atrapado en la frustración de dos procesos constituyentes fallidos.

Los candidatos presidenciales chilenos José Antonio Kast, del Partido Republicano; Jeannette Jara, de la coalición Unidad por Chile Oficial; y Evelyn Matthei, de la coalición Chile Vamos, reciben balanzas tras una reunión de la Cámara de Comercio de Santiago previa a las elecciones de noviembre, en Santiago, Chile, el jueves 24 de julio de 2025.Esteban Felix – AP

La última encuesta de la consultora Black & White, publicada esta semana, ratificó el ascenso de Kast, que alcanzó un 35 % de intención de voto, seis puntos más que en el sondeo anterior, mientras que Jeannette Jara baja al 30 %. En una eventual segunda vuelta, fijada para el 14 de diciembre, el republicano obtendría un 57 %, con mayor apoyo entre hombres, segmentos de derecha de alto patrimonio y personas de 35 a 54 años.

Este es el tercer intento de Kast de llegar a La Moneda. En 2017 quedó cuarto con el 8% de los votos es constante, y en 2021 ganó la primera vuelta con el 28%, pero luego perdió en el balotaje con Gabriel Boric.

“Tras el resultado del plebiscito de septiembre de 2022 y la posterior derrota de la propuesta constitucional de la derecha, la de Kast es una estrategia pensada a largo plazo. Por un lado, comprendieron que tener un partido de caudillo basado en la imagen de Kast no era suficiente. Aprendieron de la experiencia de otros candidatos —como Franco Parisi y Marco Eenríquez-Ominami—, que formaron partidos instrumentales a su candidatura. Por el contrario, Republicanos se desplegó en todas las elecciones con candidatos propios tratando de tener una infraestructura territorial a nivel nacional”, dijo a LA NACIÓN el analista político Mario Herrera, de la Universidad de Talca.

“Más que un discurso de extrema derecha, como lo fue en 2021, el Partido Republicano está apostando por conectar directamente con el electorado. Durante los primeros meses de la definición de las candidaturas lograron instalar un tema en la agenda pública de manera semanal. Estos temas, si bien tenían propuestas propias de la derecha, no estaban enfocadas en un conflicto o debate ideológico, sino que con la capacidad de conectar directamente con su público objetivo”, añadió Herrera.

José Antonio Kast, con jóvenes chilenos

En medio del despliegue de todos los candidatos y la difusión de sus programas de gobierno y de los énfasis de cada bloque político, Kast se ha apegado a su libreto, pero con matices. Criado en una familia conservadora y católica, su trayectoria ha combinado disciplina militar y formación legal. Antes de irrumpir en la política nacional, se desempeñó como abogado y estuvo vinculado a diversas organizaciones cívicas, consolidando un perfil de dirigente firme y metódico. La diferencia de su versión 2025 es que, al menos públicamente, Kast se ha suavizado y modula su discurso sin perder identidad ideológica.

“Su consolidación en la pole position de las encuestas de los candidatos de oposición coincide con el buen desempeño en los primeros debates presidenciales así como su estrategia de campaña, en la que anuncia propuestas semanalmente, sobre temas enfocados en la recuperación de la seguridad y el crecimiento económico. Por otro lado, en momentos que la ciudadanía mira con distancia las tensiones de la elite política, el candidato republicano ha evitado caer en rencillas políticas con sus adversarios tanto del oficialismo como los de su propia vereda política, lo que lo ha mantenido fuera de polémicas innecesarias que podrían perjudicar su tendencia al alza en la popularidad”, expresó Ricardo Hernández, coordinador de Política y Sociedad del Instituto Res Publica.

Las diferencias programáticas de los candidatos han quedado más expuestas que nunca en los últimos días. En un foro que se realizó en la ciudad de Iquique, Jeannette Jara criticó con dureza al republicano en el tema impositivo.

Javier Milei, Eduardo Bolsonaro y José Antonio Cast compartieron un foro “contra el socialismo” en BrasilPrensa La Libertad Avanza

“Cuando el candidato Kast propone eliminar el aporte solidario a las pensiones, lo que está diciendo es que 1.400.000 adultos mayores que hoy día están jubilados, que verían incrementada su pensión en función de los años cotizados, ya no van a recibir dicho aporte. Lo mismo ocurre cuando señala que va a bajarle los impuestos al 3% de las empresas más grandes del país. Esto va a generar mayor deuda, mayor déficit fiscal, afectando además a las empresas en Chile y al propio Estado del país. Por eso estas propuestas económicas, más que ser propuestas serias, son propuestas para la tribuna, que realmente lo que hace es retroceder en lo que hemos avanzado como país. No le bastó con oponerse a la reforma a las pensiones, ahora quieren nuevamente castigar a los adultos mayores”, comentó Jara.

La respuesta del comando de Kast no se hizo esperar: “La candidata del gobierno, al parecer, no sólo no conoce su programa, sino que también crítica los programas de otros sin leerlos”, acusaron, destacando que el liderazgo en las encuestas de su referente es un llamado de alerta para la oposición.

En todo caso, el desafío de Kast no se ha limitado a las urnas. En un eventual gobierno deberá negociar con un Congreso fragmentado, donde el centro político tendrá un rol decisivo en cualquier proyecto de ley.

“Ahora puede darse el espacio para ser más moderado, toda vez que tiene a Kaiser desde la derecha. En una segunda vuelta presidencial, esos votos se transferirán directamente. Por tanto, puede comenzar a moderarse desde ya. En tal sentido, no tiene y no ha hecho declaraciones tan polarizadas como las de 2021, manteniendo su identidad ideológica, pero al mismo tiempo sin que le dificulte en sus opciones presidenciales”, subrayó Mario Herrera.

Kast se consolida así en un escenario político marcado por la tensión entre la memoria de las calles de 2019 y la búsqueda de orden, en un país que aún lidia con los residuos de dos intentos constitucionales fallidos y un Congreso fragmentado que hará de cada avance un desafío. La tercera candidatura presidencial podría ser la vencida para Kast.

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