Michio Kaku: “La internet del futuro será mental y transformará la economía global”

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Hace más de 30 años predijo con perspicacia y detalle cómo sería la vida y el avance tecnológico en 2025. En su último libro Supremacía cuántica: La revolución tecnológica que lo cambiará todo, anticipa que viene una etapa que transformará radicalmente la economía, la ciencia y la vida cotidiana a partir del desarrollo y despliegue de la inteligencia artificial, la biotecnología y la computación cuántica. El físico teórico y visionario Michio Kaku, de 78 años, visitó la Argentina en el marco del 7° Digital Finance Forum del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). Bajo el lema “Proyectá el futuro. Revolucioná el presente”, el evento del mundo financiero reunió a más de 750 directivos y actores del ecosistema financiero argentino. Meses antes al evento, Casiana Silveyra Perdriel, presidenta del comité organizador del foro y socia del estudio Beccar Varela, encontró una revista de hacía 25 años en la mudanza de una amiga. En ella encontró un artículo en el que Kaku predecía “una semana en el futuro”. La descripción exacta y quirúrgica de nuestro presente tecnológico (desde Tinder hasta la IA, pasando por la economía de plataformas y los electrodomésticos robots, entre otras innovaciones) le despertó una idea ambiciosa: Michio Kaku tiene que venir a la Argentina a contarnos cómo será una semana en 2050. Y así fue. LA NACION conversó con el físico sobre sus predicciones y las implicancias presentes y futuras.

Kaku predice que seremos capaces de conectar nuestro cerebro directamente a Internet. Las interfaces cerebro-computadora permitirán controlar dispositivos con la mente, se podrán enviar pensamientos y experiencias a otras personas y que esto revolucionará la comunicación, la educación y el entretenimiento. Las computadoras serán invisibles y que estarán integradas en todas partes: en lentes de contacto, ropa, paredes, etc. Aunque también alerta sobre riesgos persistentes como las armas nucleares, nuevas pandemias y el calentamiento global, se reconoce como un optimista realista.

-En su presentación dijo que de algún modo ya somos robots. En una era en la que los humanos podrían fusionarse con la inteligencia artificial ¿qué definirá entonces a un ser humano?

-Hoy apenas podemos acceder a la mente humana; somos niños en cuanto a entender su funcionamiento. Pero con el tiempo podremos acceder mentalmente a internet. Imagina pensar y que tus pensamientos se transmitan por todo el mundo, comunicarnos mentalmente, compartir conocimiento solo con pensarlo. Esto supondrá una revolución en las comunicaciones, aunque no en los próximos años, sino en décadas. Antes la mente era una “caja negra” llena de teorías absurdas. Ahora, gracias a la resonancia magnética funcional, podemos ver cómo se forman las ideas e incluso transmitir imágenes mentales a computadoras, algo que ya se ha probado en la Universidad de California, en Berkeley.

-¿Podría surgir una división social entre humanos “biológicos” y humanos “tecnológicamente aumentados”?

-Es ciencia ficción por ahora. Es posible que, en el futuro, algunos se comuniquen mentalmente con mayor fluidez que otros, pero hoy apenas estamos en las primeras etapas de esta tecnología.

-Con proyectos como Neuralink de Elon Musk que ofrecen implantes cerebrales avanzados ¿Qué papel jugará la neuroplasticidad si el conocimiento puede “subirse” directamente al cerebro?

-Si viste The Matrix, allí implantan la memoria de ser un maestro de judo y lo eres al instante. Estamos lejos de eso, aunque es concebible transmitir mentalmente cierto conocimiento aprendido. Hoy es solo una idea divertida, no una realidad. Lo que sí creo es que la internet del futuro será mental y transformará la economía global.

-¿Qué habilidades deberíamos desarrollar para el trabajo hacia 2040?

-El sistema educativo actual está anclado en el pasado: memorización, teorías secas, poca conexión con la realidad. Debemos entusiasmar a los jóvenes con la tecnología, porque será su futuro. Habrá computadoras cuánticas capaces de curar enfermedades y crear nuevos productos. El aprendizaje no puede ser solo con libros de texto: hay que preparar a la próxima generación para un mundo hiperconectado y de aprendizaje permanente.

-Algunos dicen que las universidades podrían desaparecer. ¿Coincide?

-No lo creo. Necesitamos mentores y la transmisión de conocimiento cara a cara. Las máquinas son útiles, pero aún primitivas en comparación con lo que requiere la vida en sociedad. La educación seguirá dominada por humanos, que son creativos e imaginativos, cualidades que los robots no tienen.

Michio Kaku: «Si subsidias todo, se reduce la iniciativa y la creatividad. Necesitamos un sistema de recompensas que incentive la innovación»indicefoto: Cristiano Sant´Anna

-¿Cree que la inteligencia artificial puede ser creativa?

-No. Acceder a todo internet puede parecer “superinteligente”, pero solo repite lo que ya existe. Robots y algoritmos ejecutan tareas repetitivas, no pueden improvisar como un jardinero o un carpintero. Pero si tu trabajo es repetitivo van a ser reemplazado en el corto plazo por la tecnología aunque no sea creativa. Y esto no afecta únicamente a tareas de baja calificación, también un trabajo de contador, si haces lo mismo una y otra vez, será reemplazado. La clave está en la capacidad de adaptación y en el tipo de actividad que se desempeña. Además de no ser creativa tampoco puede ser empática ni replicar las conexiones complejas de la conducta humana.

-Hoy pasamos muchas horas de conectividad exacerbada ¿Lo ve peligroso?

-Sí, el exceso de conectividad puede dar una visión unidimensional de la vida. La interacción humana es mucho más compleja e impredecible que cualquier IA. Hay que evitar que los jóvenes se “encierren” en un mundo digital. Hay mucho más que conocer y experimentar.

-¿Cree que estamos cambiando sabiduría por velocidad de acceso a la información?

-Internet ofrece conocimiento, pero no enseña a madurar, interactuar o innovar. Es solo aprendizaje repetitivo de lo que ya se sabe.

-Emiratos Árabes es el primer país en dar acceso gratuito a ChatGPT Plus a todos sus ciudadanos. ¿Qué opina de estas iniciativas?

-Me parece positivo que un país asuma que el conocimiento debe ser accesible para todos. Es liberador, aunque no sustituye la realidad.

-¿La automatización hará necesaria una renta básica universal para paliar el desempleo tecnológico?

-Depende de cada sociedad. Si subsidias todo, se reduce la iniciativa y la creatividad. Necesitamos un sistema de recompensas que incentive la innovación.

-Sostiene que la palabra “tumor” desaparecerá. ¿Cómo y cuándo?

-Hoy atacamos el cáncer con cirugía, rayos X o quimioterapia. El futuro es la medicina genética: modificar las células fuera del cuerpo y reintroducirlas. Es el nacimiento de una medicina más precisa, sistemática y menos dependiente del azar, apoyada por la biotecnología y, en el futuro, por la computación cuántica. La medicina será preventiva, no reactiva. Usaremos nanobots (robots microscópicos) que circularán en nuestra sangre para detectar y destruir células cancerígenas antes de que se desarrollen.

-¿Usa alguna metodología específica que aplique para predecir los eventos del futuro?

-Primero hay que entender las bases científicas, como la mecánica cuántica y la relatividad. Eso permite filtrar predicciones irreales y proyectar cuáles tecnologías madurarán en 20 o 30 años. Además de mantenerse curioso

-¿Qué lo entusiasma del futuro cercano?

-Trabajo en la “teoría de cuerdas” (que propone que las partículas fundamentales del universo no son puntos, sino diminutas cuerdas que vibran) y creo que solo con computadoras cuánticas podremos resolver problemas tan complejos como el origen del universo. Es mi sueño: que la computación cuántica nos lleve a una “teoría del todo”.