La economía mostró un resultado negativo por segundo mes consecutivo, al caer en junio 0,7% respecto de mayo, cuando había tenido una baja de 0,2%. Cerró de esta manera el primer semestre del año en leve desaceleración, pese a que en la comparación interanual exhibió un crecimiento de 6,4%.
El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE). En ese informe también indicó que 12 de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas anuales en junio.
Entre los sectores con números positivos se destacan Intermediación financiera, con 28,7% interanual (ia), y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (11,5% ia). “La actividad de Comercio mayorista, minorista y reparaciones fue, a su vez, la de mayor incidencia positiva en la variación interanual, seguida de Industria manufacturera (7,8% ia) e Intermediación financiera (28,7% ia)”, destacó el informe oficial.
Por su parte, tres sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destaca Pesca (-74.6% ia), junto con Administración pública y defensa; Planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-0,7% ia) y Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-0.7% ia) le resta 0,46 puntos porcentuales al crecimiento interanual del EMAE.
El economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, dijo que era “esperable” una caída mensual desestacionalizada en junio, ya que los datos parciales que publicó el Indec durante el mes daban caída de 1,2% en la industria, que es un rubro con mucho peso en el EMAE. “Por el contrario, si se mira minería y construcción, se puede observar caída en los dos bloques. Con lo que queda claro que lo que más explica el mal número mensual es la industria”, analizó.
Más allá de esto, Tiscornia estimó que el año va a terminar con un crecimiento bastante alto. “Hay un arrastre importante de 2024, con lo cual, con independencia de estos movimientos mensuales negativos, la actividad va a terminar 2025 con un avance considerable. De hecho, si se compara el primer semestre contra igual período del año pasado, el resultado da un alza de 6,2%, que es un dato muy fuerte”, destacó el economista.
El economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra, señaló que esta segunda caída consecutiva del EMAE “va en línea con el hecho de que el nivel de actividad llegó a un pico en febrero (parecido al de fines 2017 y al de mediados de 2022), y a partir de ahí no ha podido recuperar”.
Sigaut Gravina explicó que en el segundo trimestre de este año, contra igual período de 2024, el resultado arroja un crecimiento nulo en términos desestacionalizados. “Esto confirma que el nivel de actividad se recuperó en forma de V, pero ahora tiene un comportamiento inestable”, subrayó el economista.
La economista Paloma Quadrana, de la consultora Abeceb, dijo que en el corto plazo los datos muestran un punto de inflexión: si bien la economía acumula nueve meses seguidos de suba interanual (+6,4% i.a. en junio y +6,2% en el semestre), la dinámica mensual desestacionalizada revela ciertas señales de agotamiento. “Esto refleja que la recuperación iniciada en 2024 comienza a perder tracción en sectores como industria y comercio, que resultan esenciales para sostener la demanda agregada y el empleo”, acotó.
Según Quadrana, el arrastre estadístico explica buena parte del crecimiento anual, “pero sin nuevos motores de expansión el segundo semestre podría mostrar menor dinamismo, más aún considerando que el endurecimiento financiero por la suba de tasas afectará al crédito y al consumo en los próximos meses”.
En perspectiva de mediano y largo plazo, siguió Quadrana, la economía sigue en camino de consolidar el rebote y construir un sendero sostenible de crecimiento. Y proyectó: “Conservando el mismo nivel de actividad de acá a fin de año, cerraría con un crecimiento de 4,8% interanual”.
También con la mira puesta en lo que viene, Sigaut Gravina opinó que, en un contexto de mayor presión cambiaria e inflacionaria y elevadas tasas de interés, “existe el riesgo de que en el segundo semestre este amesetamiento pueda convertirse en una tendencia recesiva”.
En sintonía con esta previsión, un análisis de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) arrojó que en julio la industria cayó 3,3% interanual y -1,4% mensual desestacionalizado.