TEL AVIV.– Decenas de miles de israelíes participaron hoy en una huelga y manifestación nacional en apoyo de las familias de los rehenes retenidos en Gaza, en la que exigieron al primer ministro Benjamin Netanyahu alcanzar un acuerdo con Hamas para poner fin a la guerra y lograr la liberación de los cautivos. La movilización, convocada por el Foro de Familias de Rehenes bajo el lema “devolver a los 50 rehenes y poner fin a la guerra”, se replicó en varias ciudades, derivó en bloqueos de autopistas y dejó al menos 38 detenidos.
Las concentraciones tuvieron como epicentro la denominada “plaza de los rehenes” en Tel Aviv, donde fue desplegada una bandera de grandes dimensiones con los retratos de los secuestrados. Ese espacio público se convirtió en un lugar de congregación desde octubre de 2023, cuando se inició la guerra tras el ataque sorpresa de Hamas en territorio israelí. Los manifestantes portaban banderas azules y blancas, fotografías de familiares cautivos y pancartas en las que reclamaban un acuerdo inmediato. El sonido de silbatos, tambores y bocinas acompañó la jornada en distintos puntos del país.
“Hoy, todo se detiene para recordar el valor más elevado: la inviolabilidad de la vida”, declaró Anat Angrest, madre de Matan Angrest, uno de los rehenes, frente a la multitud en Tel Aviv. Su testimonio fue uno de los más difundidos por los medios locales, en un acto donde las familias buscaban mantener la presión sobre el gobierno.
Entre los asistentes en Tel Aviv estuvo la actriz israelí Gal Gadot, conocida internacionalmente por sus papeles en Wonder Woman y en la saga Fast & Furious. La presencia de la intérprete atrajo la atención internacional y dio visibilidad al reclamo de las familias.
Algunas empresas e instituciones anunciaron que permitirían a su personal ausentarse de sus puestos para unirse a la protesta, aunque en general la actividad económica no se detuvo de manera significativa. Muchas oficinas permanecieron abiertas, dado que se trataba de un día laborable, mientras que las escuelas no resultaron afectadas por encontrarse en receso de verano.
Durante la tarde, hacia las 16 hora local, las manifestaciones fueron interrumpidas por las sirenas antiaéreas en Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades, tras el lanzamiento de un misil desde Yemen. El proyectil fue interceptado por las defensas aéreas israelíes y no causó daños ni víctimas.
La policía informó que 38 personas fueron detenidas a lo largo del día, principalmente por bloquear carreteras y enfrentarse a los agentes. Algunos manifestantes forcejearon con las fuerzas de seguridad y fueron retirados por la fuerza.
En paralelo, el primer ministro Netanyahu reafirmó la línea oficial en una reunión de gabinete. “Quienes piden hoy el fin de la guerra sin derrotar a Hamas no sólo están endureciendo la posición de Hamas y retrasando la liberación de nuestros rehenes. También están garantizando que los horrores del 7 de octubre se repitan una y otra vez”, sostuvo el mandatario.
Netanyahu, que encabeza el gobierno más derechista de la historia de Israel, confirmó que el Ejército avanzará en la toma de la ciudad de Gaza, una de las últimas zonas del enclave palestino que aún no controla. El plan militar es rechazado por una parte significativa de la población israelí y, en particular, por las familias de los cautivos, que temen que una ofensiva más amplia ponga en riesgo la vida de los rehenes.
Las autoridades estiman que de los 50 secuestrados que permanecen en manos de Hamas y otros grupos armados en Gaza, aproximadamente 20 seguirían con vida. El Foro de Familias de Rehenes advirtió en un comunicado: “No hay tiempo, ni para las vidas que se consumen en el infierno, ni para los caídos que pueden desvanecerse en las ruinas de Gaza”.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, referente de la extrema derecha, también apoyó la postura de Netanyahu y calificó las movilizaciones como “una campaña que juega a favor de Hamas”.
Por su parte, el líder opositor Yair Lapid respondió a la postura oficial: “Son mensajes repugnantes. ¿No tienen vergüenza?”.
El presidente israelí, Isaac Herzog, también participó en la concentración en Tel Aviv. “Podemos tener desacuerdos, pero todo el pueblo de Israel quiere que nuestros hermanos y hermanas regresen a casa. Y quiero decirle al mundo: presionen a Hamas”, expresó ante los presentes.
Las protestas se producen en un contexto en el que las negociaciones diplomáticas permanecen estancadas. En julio fracasó un intento de acuerdo para un alto el fuego que hubiera permitido nuevas liberaciones. Hamas sostiene que solo entregará a los cautivos restantes si Israel acepta poner fin a la guerra, mientras que Netanyahu repite que el grupo palestino no puede permanecer en el poder.
La mayoría de las liberaciones obtenidas desde 2023 fueron resultado de conversaciones diplomáticas con mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos. La falta de avances en los últimos meses incrementó la frustración de las familias y amplificó las críticas internas contra el gobierno.
El anuncio del gobierno israelí de que el Ejército avanzará sobre la ciudad de Gaza generó críticas internacionales, incluso de parte de aliados europeos. Hamas calificó el plan como “criminal” y sostuvo que provocará el desplazamiento de cientos de miles de habitantes del enclave.
Las movilizaciones de ayer se suman a las organizadas en semanas anteriores por las familias de los rehenes, que buscan mantener el tema en la agenda pública y presionar al Ejecutivo para que priorice un acuerdo que permita la liberación de los cautivos. El Foro de Familias reiteró que continuará convocando nuevas acciones hasta lograr resultados concretos.
Agencias AFP y Reuters
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