LA HAYA.- Servicios de inteligencia de Alemania y Holanda alertaron el viernes que reunieron evidencias de “uso generalizado” de armas químicas prohibidas por parte de Rusia en la guerra en Ucrania, incluido el lanzamiento de un agente asfixiante desde drones para sacar a los soldados de las trincheras y dispararles.
“El uso de gas lacrimógeno y cloropicrina por parte de las tropas rusas se ha convertido en una práctica habitual y está muy extendido”, advirtió el servicio alemán de inteligencia exterior (BND) junto con el Servicio de Seguridad e Inteligencia Militar (MIVD) y el Servicio General de Inteligencia y Seguridad (AIVD), ambos de Holanda.
La cloropicrina, explicó el BND en un comunicado, es una sustancia química peligrosa “que puede ser letal en altas concentraciones en espacios cerrados”, y añadió: “Esto representa una violación más grave de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ), que prohíbe el uso de este agente de guerra pulmonar en cualquier circunstancia”.
“No se trata de un simple retoque ad hoc en primera línea, sino que forma parte de un programa a gran escala. Y eso es, por supuesto, también preocupante, porque si no aclaramos y hacemos público lo que Rusia está haciendo, es muy probable que estas tendencias continúen”, dijo el jefe de la MIVD Peter Reesink, además de calificar el uso de armas químicas por parte de las fuerzas armadas rusas de “procedimiento operativo casi estándar”.
“La conclusión principal es que podemos confirmar que Rusia está intensificando el uso de armas químicas,” dijo a Reuters el ministro de Defensa holandés, Ruben Brekelmans, además de pedir sanciones más severas contra Moscú.
“Esta intensificación es preocupante porque forma parte de una tendencia que venimos observando desde hace varios años, en la que el uso de armas químicas por parte de Rusia en esta guerra se está normalizando, estandarizando y generalizando”, dijo Brekelmans en una entrevista y añadió que el aumento del uso de armas químicas por parte de Rusia supone una amenaza no solo para Ucrania, sino también para otros países.
La cloropicrina es un agente químico perteneciente al grupo de los agentes pulmonares, también conocido como cruz verde, ya que durante la Primera Guerra Mundial los proyectiles cargados con este tipo de agentes se marcaban con una cruz de ese color.
Además de ser potencialmente mortal, la cloropicrina puede causar irritaciones graves en la piel, los ojos y las vías respiratorias. Si se ingiere, puede causar quemaduras en la boca y el estómago, náuseas y vómitos, así como dificultad para respirar o respiración entrecortada.
La CAQ, descrita como el primer acuerdo multilateral del mundo para eliminar toda una categoría de armas de destrucción masiva, la prohíbe desde 1993 cuando se firmó el acuerdo.
Tanto Rusia como Ucrania firmaron el acuerdo, que entró en vigor en 1997, según la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Estados Unidos acusó por primera vez a Rusia de utilizar cloropicrina en mayo del año pasado. Ucrania, por su parte, alega miles de casos de uso de armas químicas por parte de Rusia.
Rusia niega el uso de municiones ilegales y ha acusado en su lugar a Ucrania de hacer uso de las mismas.
Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, dijo el miércoles que el Servicio Federal de Seguridad descubrió un contrabando ucraniano de artefactos explosivos en el este del país que contenían cloropicrina. Ucrania ha negado sistemáticamente tales acusaciones.
La OPAQ, el organismo de desarme en La Haya que cuenta con 193 Estados miembros, dijo el año pasado que las acusaciones iniciales vertidas por ambos países entre sí estaban “insuficientemente fundamentadas”.
Al menos tres muertes ucranianas se han relacionado con el uso de armas químicas, según Brekelmans, mientras que más de 2500 personas heridas en el campo de batalla informaron sobre síntomas relacionados con las armas químicas a las autoridades sanitarias ucranianas.
“Debemos aumentar aún más la presión. Esto significa estudiar más sanciones y, en concreto, no permitirles (a Rusia) participar en organismos internacionales como el Consejo Ejecutivo de la OPAQ”, dijo el ministro holandés. En los próximos meses se negociará la rotación bienal de los miembros del Consejo de la OPAQ.
El aumento de las sanciones podría producirse en conjunción con la Comisión Europea, que ha propuesto incluir a 15 nuevas entidades y personas en su marco de sanciones, incluso por sospechas de uso de armas químicas en Ucrania.
Agencias DPA, ANSA y Reuters