“Uno de los economistas más escuchados en la Argentina”. Así fue presentado Esteban Domecq, director de Invecq, en el Congreso Somos Pymes, que se desarrolla en La Rural. Durante su exposición, trazó una proyección de la situación económica hasta octubre: afirmó que la inflación va a desaparecer, aunque advirtió que el proceso no será lineal, y anticipó posibles tensiones en el tipo de cambio antes de las elecciones legislativas.
“El dólar quedó en la zona baja y todavía hay complicaciones para acumular reservas. También preocupa a muchos sectores que empiezan a sufrir el tipo de cambio bajo. De acá a octubre, la necesidad de ir a buscar una victoria en las elecciones legislativas amerita que el tipo de cambio siga recorriendo el centro de la banda, pero creemos que algo de tensión va a haber en el camino, que lo lleve un poco más arriba”, dijo el economista.
Al comenzar su presentación, Domecq recordó que la economía argentina no crece desde 2011 y que las últimas décadas estuvieron marcadas por inestabilidad macroeconómica y una persistente indisciplina fiscal. Esta combinación, señaló, derivó en un financiamiento vía emisión monetaria que terminó con una inflación interanual del 300%.
Según el economista, el gobierno de Javier Milei enfrenta el desafío de ordenar la economía en un contexto internacional desfavorable para los países emergentes, con precios internacionales en los niveles más bajos de los últimos 25 años.
Luego analizó el programa económico actual. Dijo que se apoya en cuatro pilares, y que el más sólido es el fiscal. “Hubo un ajuste del gasto de 30%, que tiene secuelas en el consumo, en la obra pública y en la construcción. Pero se cerró el déficit fiscal, está recontra firme esta pata”, dijo.
La segunda pata, señaló, es la normalización financiera. En ese sentido, recordó que Milei asumió su gestión con un riesgo país en 2000 puntos básicos y que lo bajó a 700 unidades. “Sin embargo, la Argentina todavía no es sujeto de crédito, todavía no le abren las puertas a los mercados internacionales. Hay que llegar a 300 puntos para eso. Se avanzó un montón, pero está inconcluso; por eso el Fondo Monetario Internacional (FMI) le puso un torniquete con el préstamo de US$12.000 millones en abril”, explicó.
La tercera pata, indicó, es el saneamiento del Banco Central (BCRA). “Las reservas netas durante el inicio del gobierno de Alberto Fernández eran positivas en US$11.000 millones, y las entregó negativas en US$11.500 millones. La gestión de Milei logró llevarlas a cero, pero en marzo llegamos de nuevo a negativas en US$11.000 millones. Ahí, de nuevo, llegó el FMI a hacerle otro torniquete a la pata”, planteó.
La cuarta pata es la política cambiaria, donde la moneda tuvo una apreciación fuerte desde la devaluación inicial de diciembre de 2023. “En noviembre de 2023, la Argentina estaba regalada en términos de competitividad cambiaria. Nos invadían los chilenos y los uruguayos. En 2023 hubo récord de venta histórica en toda la frontera argentina. Teníamos un dólar de explosión macroeconómica. Luego empieza la estabilización y ahora tenemos un dólar que empieza a sanearse, pero hay algunos precios de la economía que no bajaron al mismo ritmo al que cayó el dólar”, dijo el economista.
En ese contexto, analizó el comportamiento sectorial de los precios. Señaló que rubros como indumentaria y tecnología fueron los que más retrocedieron en relación con los niveles elevados que habían alcanzado hasta 2023.
“En abril se abandonó el tipo de cambio fijo del crawling peg a uno de tipo de cambio de administración controlada. La brecha se cerró, el BCRA dejó de perder reservas y hubo poco impacto en la inflación. Fue un éxito rotundo el cambio”, dijo, acerca del cambio de modelo que se adoptó con el nuevo programa con el FMI.
Luego dijo que el proceso de estabilización es como un partido de fútbol con dos tiempos. “El primer desafío era destapar la olla a presión y acomodar los precios relativos. Esto fue un éxito rotundo, porque se evitó un evento nominalmente disruptivo”, dijo.
Y señaló que la inflación del 1,5% de mayo tiene que ir a cero, pero en el camino todavía hay servicios regulados, como tarifas, cuotas de los colegios y servicios de salud, que dan pelea.
“La inflación en la Argentina va a desaparecer. Casi 30 años más tarde que el resto de los países de la región, se va a lograr terminar con la inflación. La pregunta es cómo se va a dar ese proceso. Creo que no va a ser lineal, que va a haber irregularidades en el camino y movimientos en el esquema cambiario, pero tarde o temprano cruzamos el charco”, indicó.
Por último, señaló también que la tasa de interés real se va a mantener alta hasta octubre. “Hay poco espacio, o nulo, para que las tasas bajen de acá a octubre. Es un punto de dolor en este contexto para las compañías”, dijo.
En cuanto a la actividad, dijo que este año se va a crecer un 5%, pero que la economía está yendo a distintas velocidades según los sectores. “Minería, petróleo, gas y el mercado inmobiliario están volando y nunca entraron en recesión. Hay otros sectores, como el de bienes durables, turismo emisivo, producción de motos y autos, que cayeron fuerte y se recuperaron fuerte. Y después están los sectores que tienen una recuperación anémica o todavía no se recuperaron, como muchos segmentos de la gastronomía, parte de la industria y parte del comercio”, dijo.
“El promedio da un crecimiento de 5%, pero hay sectores que crecen al 40% y otros caen al 20%. Todos estos sectores conviven. En general, no se ve una crisis sistémica en la Argentina; no la va a haber, pero eso no significa que algún sector no viva su 2001, porque estamos en una transformación económica”, concluyó.