NUEVA YORK.- Anna Wintour, la legendaria directora de la revista Vogue en Estados Unidos durante casi cuatro décadas, deja su cargo para asumir otras responsabilidades dentro de la editora de la publicación, Condé Nast, anunciaron este jueves medios norteamericanos.
La periodista de origen inglés de 75 años, que entró en la prestigiosa revista en 1988, anunció su partida durante una reunión del personal el miércoles por la mañana, pero seguirá como directora de contenido de Condé Nast y directora editorial global de Vogue, supervisando todas las marcas a nivel mundial, incluidas Vanity Fair, Wired, GQ, AD, Condé Nast Traveler, Glamour, Bon Appétit, Tatler, World of Interiors, Allure y más, con la excepción de The New Yorker.
La noticia sacudió al mundo de la moda y a los seguidores de Wintour en las redes sociales. Su sucesor reportará directamente a la periodista como directora editorial global, según una fuente familiarizada con la decisión.
Hace cuatro años, la empresa cambió su estructura editorial, y reunió por primera vez a los equipos editoriales de todo el mundo. Cada mercado donde opera Condé Nast tiene un jefe de contenido editorial liderado por un director editorial global. El nuevo rol en la edición estadounidense de Vogue es parte de esa reorganización.
La empresa no buscará un editor en jefe para reemplazar a Wintour en Vogue, conocida como “la biblia de la moda”, y en su lugar contratará a un nuevo jefe de contenido editorial. La idea es darle a la veterana periodista más tiempo para atender otros títulos en su cartera.
Wintour se labró una reputación de hacer o deshacer las carreras de los diseñadores con un simple movimiento de sus uñas siempre pintadas. Su influencia se extiende mucho más allá del mundo de la moda, y caló en la cultura popular con apodos como “Nuclear Wintour” y por convertir la gala anual del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) en la fiesta de celebridades más importante del planeta.
Reconocible al instante por su corte de pelo perfectamente peinado y sus característicos anteojos de sol Chanel, que lleva puestos incluso en desfiles de moda cuando no hay luz, muchos señalan a Wintour como la inspiración del film de 2006 El diablo viste a la moda, en la que Meryl Streep interpreta la una editora de revista Miranda Priestly.
En una entrevista con la BBC, publicada en diciembre del año pasado, Wintour buscó desmentir los rumores que la retrataban como una personalidad fría, como ese personaje, que volverá al cine con una segunda parte de la película el año próximo.
Durante la entrevista, la editora de Vogue desmintió los rumores sobre su supuesta frialdad y además comentó que espera que ni sus subordinados, ni en público en general, tengan miedo por su presencia.
A pesar de su alto perfil y de las creencias de muchas personas del ambiente, cuando Wintour fue consultada por el rumor que dice que ella no acepta nunca un “no” por respuesta. “Eso es absolutamente falso. A menudo me dicen que no, pero eso es bueno. No es una palabra maravillosa”, comentó.
Wintour transformó Vogue durante sus décadas en la revista. Fue nombrada directora creativa en 1983, sirvió como editora en jefe de British Vogue de 1985 a 1987 y, un año después, se reincorporó al título estadounidense como editora en jefe. Modernizó la revista al presentar celebridades en sus portadas y mezclar alta costura con un estilo callejero más asequible. Apoyó a diseñadores emergentes, incluidos Marc Jacobs, Alexander McQueen y John Galliano, y amplió el alcance de la marca al agregar nuevos títulos en todo el mundo.
Agencias AFP y AP