Se cortaron las exportaciones de una joya productiva de Río Negro

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SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Históricamente, el mercado exportador de cebolla de Río Negro está influenciado por la demanda de Brasil, que absorbe aproximadamente el 90% de la cebolla de la provincia. Sin embargo, este año los volúmenes de exportación a ese país cayeron cerca de un 10%.

“Para la misma fecha del año pasado, del volumen total se había destinado a exportación un 30%. Este año venimos con un 20% del volumen total destinado a exportación. Lo que ocurre es que en 2024 la exportación se extendió hasta fines de junio y esta vez ya el 31 de mayo se cortaron prácticamente los envíos”, contó a LA NACION Lucio Reinoso, secretario de Agricultura de Río Negro.

La demanda de cebolla argentina –y en particular la rionegrina– por parte del país vecino es mayor o menor en relación con la ocurrencia de eventos climáticos que afecten su producción en la “ventana” de mayor demanda (de marzo a mayo). Y la última temporada productiva fue muy benévola climáticamente en Brasil: se registraron muy buenos rendimientos tanto en la zona sur como en el centro, con lo cual la “ventana” fue muy pequeña y se pudieron realizar pocos envíos respecto al promedio de los últimos años.

Así, a la devaluación del real brasileño, que venía preocupando a los productores desde el verano, se sumó recientemente la gran oferta de la hortaliza en el mercado vecino. “A partir de junio ya se observa una disminución muy marcada en cuanto a la demanda de cebollas desde Brasil, lo que anticipa el final de la temporada de exportaciones, en una temporada de exportación que se inició en marzo, pero que tuvo poco movimiento si se la compara con la temporada anterior, que fue récord, con un leve repunte en las ventas durante las primeras tres semanas de mayo”, advirtieron desde la Secretaría de Agricultura rionegrina.

La temporada de comercialización de cebollas en el sur de Argentina, particularmente en Río Negro, se inicia cada año en enero con las cebollas tempranas y se extiende hasta septiembre con cebollas “tardías o de guarda”. Estas últimas son demandadas por el mercado externo con un pico de demanda en abril, mayo y junio, periodo que coincide con una baja oferta de cebolla del principal país importador. Durante este periodo se está terminando la cebolla que se cosecha en la región de Santa Catarina (se comercializa en Brasil de noviembre a mayo) y todavía no empezó la cosecha de la cebolla de la zona Centro (Minas Gerais, Goiás).

La temporada de comercialización de cebollas en el sur de Argentina, particularmente en Río Negro, se inicia cada año en enero con las cebollas tempranas y se extiende hasta septiembre con cebollas “tardías o de guarda”

Los expertos aclaran que, en Brasil, la cebolla es un producto de demanda inelástica, es decir, que su consumo no sufre grandes variaciones ante fluctuaciones en el precio. Por otra parte, Brasil produce anualmente un volumen cercano a la demanda de consumo interno, que ronda 1.500.000 toneladas anuales en promedio. Sin embargo, a diferencia de la producción argentina que es bastante estable, los rendimientos de la cebolla brasileña sufren variaciones importantes a raíz de eventos climáticos frecuentes que generan grandes pérdidas. Pero esta temporada no hubo complicaciones climáticas en Brasil y la demanda de cebollas desde ese país cayó notablemente en lo que va de junio.

Ese fin de la demanda brasileña coincide con el inicio de la cosecha de cebollas de la zona de Minas Gerais y San Pablo, que este año cuenta con buen volumen y una relativa buena calidad. Eso hace que sea muy difícil competir con los precios locales. “En la actualidad el inicio de la zafra en la zona centro marca el fin de la temporada de comercialización de cebollas argentinas en Brasil”, advierten desde la Secretaría de Agricultura de Río Negro.

Suman que el precio de la cebolla está atado a la ley de oferta y demanda. En esta temporada de comercialización el valor bruto de la cebolla empezó con precios “en pila” que oscilaron entre los 25 y 35 pesos por kilo y se mantuvo bastante constante, con un leve repunte durante las primeras semanas de mayo.

En relación con los volúmenes comercializados este año desde Río Negro, entre el 1 de enero y el 31 de mayo se emitieron documentos de tránsito vegetal (DTV-e) de cebolla por un total de 113.229 toneladas. Teniendo en cuenta que en la última temporada se sembraron en la provincia 7800 hectáreas de cebolla, se estima que hasta el momento se comercializó aproximadamente el 50% de la producción. “Si analizamos el total del volumen comercializado hasta la fecha, el 50% se destinó a exportación y el 50% a mercado interno”, añade Reinoso.

Y al comparar los envíos realizados hasta ahora, los números indican que para la misma época del año anterior se habían destinado más de 85.000 toneladas, mientras que este año se enviaron 54.800 toneladas.

La superficie de siembra en 2024 fue de 6890 hectáreas, en relación con las 7800 de la temporada actual. De todos modos, la pasada temporada marcó un récord de demanda de Brasil, así como un récord de precios.

En ese sentido, Reinoso señala: “Si bien el cultivo de cebolla se ha transformado en la hortaliza más importante de Río Negro (por su superficie y el valor agregado que genera), resulta necesario tomar medidas concretas que permitan amortiguar los continuos vaivenes de precios de la cebolla temporada tras temporada para favorecer la sostenibilidad de la actividad”.

Teniendo en cuenta que en la última temporada se sembraron en la provincia 7800 hectáreas de cebolla, se estima que hasta el momento se comercializó aproximadamente el 50% de la producción

Brasil concentra el 90% de las exportaciones argentinas, pero la demanda de ese país es cada vez menor, año tras año, debido a la incorporación de tecnología que les permite obtener mejores resultados. “Depender de un solo cliente o mercado, por más rentable que sea al principio, es un riesgo demasiado grande. Resulta necesario expandir el mercado exportador a otros países. Creemos que el mayor conocimiento de los mercados por parte del productor y los factores que afectan la futura demanda de esta hortaliza permitirá adelantarse a la toma de decisiones sobre superficie a sembrar y expectativas futuras sobre bases sólidas”, sumó Reinoso.

En marzo pasado, las provincias de Río Negro y Buenos Aires, así como municipios y el INTA, organizaron el “XXVI Seminario de Cebolla del Mercosur”, que tuvo como eje central la mejora de la competitividad y la exploración de nuevos mercados internacionales. “Se analizaron los mercados latinoamericanos y del resto del mundo. No es fácil sobre todo por los costos logísticos que tenemos. Pero es el camino. Los modelos productivos locales requieren ser cada vez más eficientes en la utilización de recursos y en los rendimientos y calidad obtenida, de manera de llevar el costo por kilo de producto obtenido lo más bajo posible”, cerró Reinoso.