Cuatro mujeres latinas que surfearon los obstáculos y lograron ser parte de la realeza europea

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Si uno se pregunta qué relación existe entre la monarquía europea y Latinoamérica, seguramente, la primera imagen a la que la mente recurra es a la de Máxima Zorreguieta, la reina consorte de los Países Bajos. Sin embargo, la argentina no fue la única latina que dejó su trabajo, familia y país por amor y por la inmensa responsabilidad que implicaba su nuevo rol en la monarquía, aún consciente de que el camino que la esperaba no era nada fácil; otras mujeres también enfrentaron este desafío, en algunos casos sin elegirlo.

María Teresa Mestre Batista nació el 22 de marzo de 1956 en Marianao, La Habana, Cuba. Creció en una de las familias más acaudaladas del país caribeño; sin embargo, después de la Revolución Cubana, se mudó junto a su familia a Nueva York y luego a Ginebra, Suiza, donde creció y se recibió como politóloga. Fue mientras cursaba sus estudios universitarios que conoció a Enrique de Luxemburgo, con quien se casó el 14 de febrero de 1981.

El duque Enrique de Luxemburgo y la duquesa María TeresaPinterest.

“Fue una atracción a primera vista, inmediata. ¡Oh, no! ¡Ay Dios mío! ¡Esto no pinta fácil”, dijo en 2021, durante una entrevista con la revista española Hola!, en donde hizo un repaso de sus cuatro décadas al lado de quien es duque de Luxemburgo desde hace 25 años. Además, mencionó que, en aquel entonces, él era muy tímido y que quizás su presencia lo intimidaba: “Creo que encontrarse con una latina era algo muy nuevo”.

Sin embargo, no todo fue un cuento de hadas en su relación. Además de encontrarse con las dificultades mismas de una cultura completamente distinta, cargada de protocolos, restricciones y limitaciones, María Teresa no tuvo la mejor relación con su suegra, que nació princesa de Bélgica y que se convirtió en la gran duquesa Josefina Carlota, quien habría querido destruir su matrimonio a raíz de su “origen plebeyo”. “Al principio fue muy cordial conmigo, pero después la relación fue un poco más complicada”, señaló en conversación con el mismo medio.

Josefina Carlota, suegra de María Teresa de Luxemburgo

En ese sentido, María Teresa confió que, quizás, el motivo por el que su suegra no la quería era que al ser latina y “más expresiva que ella”, se ganó el cariño de una gran parte de la gente, lo que le habría generado celos. No obstante, ella no sacó a la luz la conflictiva relación con Josefina hasta 2005, año en el que la gran duquesa murió.

Máxima Zorreguieta Cerruti, conocida como Máxima de los Países Bajos, nació el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, Argentina. En 2002, a sus 30 años, se convirtió en princesa, al casarse con el príncipe Guillermo Alexander; y, en 2013, cuando su marido ascendió al trono, se volvió reina consorte.

Máxima Zorreguieta se casó con el príncipe Guillermo en 2002 (Foto: Ramon van Flymen / Instagram @queen.maxima)

Cursó sus estudios primarios y secundarios en el prestigioso colegio mixto y bilingüe Northlands School y 1995 se graduó como licenciada en Economía en la Universidad Católica Argentina (UCA). Luego completó sus estudios con una maestría en Estados Unidos, país en el que creía que iba a pasar unos cuantos años de su vida, sobre todo, porque en la ciudad de Nueva York alcanzó el cargo de vicepresidente del banco HSBC James Capel Inc.

Sin imaginarlo, en 1999 y a sus 28 años, en una fiesta a la que asistió durante un viaje a la ciudad española de Sevilla, conoció a quien en aquel entonces era el príncipe de Orange. Aunque al principio ella no le dio demasiada atención, la invitación que él le hizo para bailar juntos terminó conquistándola. Tan así fue que mientras su relación se formalizaba, y para estar más cerca de quien sería su futuro esposo, ella decidió trasladar su trabajo a Bruselas.

Jorge Zorreguieta, padre de MáximaReuters

Al igual que María Teresa de Luxemburgo, no fue fácil para ella llegar a formar parte realeza europea. ¿El motivo? El padre de Máxima, Jorge Horacio Zorreguieta, fue ministro de Agricultura y Ganadería de Argentina entre 1979 y 1981, durante la última dictadura cívico-militar, y Holanda, en aquella época, era un país de exiliados políticos.

Pese a que no se demostró que Zorreguieta tuviera relación directa con los crímenes de lesa humanidad ocurridos en aquella época, la noticia generó una fuerte oposición entre los neerlandeses. Debido a esto, el Parlamento se había expresado en contra de la boda, conscientes de que Máxima se convertiría en un futuro en su reina.

No obstante, llegaron a un acuerdo para que la unión se llevara a cabo, pero sin la presencia del exfuncionario argentino. Además, el hombre tampoco pudo asistir a la ceremonia de coronación de su hija como reina consorte.

María da Glória Joana Carlota Leopoldina da Cruz Francisca Xavier de Paula Isidora Micaela Gabriela Rafaela Gonzaga de Habsburgo-Lorena e Bragança -su nombre real- nació el 4 de abril de 1819 en Río de Janeiro, Brasil, y fue una de las pocas americanas que pertenecieron a la realeza. Se trató de la única titular de un país europeo, pese a que en aquel entonces el país sudamericano formaba parte de Portugal. Además, fue la segunda y última mujer que ascendió al trono de Portugal.​

María II de Portugal se convirtió en reina a sus siete años (Foto: Pinterest)

María no solo tuvo que enfrentarse a las complejidades de la realeza de aquella época, sino también a un trono que heredó cuando solo tenía siete años, debido a la abdicación de Pedro IV, su padre, quien tuvo que hacerse cargo de la corona tras el fallecimiento de su progenitor (abuelo de María), Juan VI, que falleció en 1826.

En distintas circunstancias, pero como las mujeres mencionadas con anterioridad, María II de Portugal tuvo varias complicaciones para ser aceptada. Su tío Miguel se convirtió en regente -quien tomaba las decisiones por ella debido a que se trataba de una menor de edad-, pero pronto la derrocó y se autoproclamó rey en 1828. Esto generó una guerra civil entre los partidarios de María II (los liberales) y los de Miguel (los absolutistas). En 1834, tras la victoria liberal en la Guerra Civil Portuguesa, fue restaurada en el trono y gobernó hasta 1853, año en el que murió.

Todo parecía color de rosa para Hanna Jazmín Jaff cuando se enamoró de Henry Roper-Curzon, actual heredero al título de Barón Teynham. Sin embargo, ese fue el comienzo de una pesadilla a la que decidió ponerle fin en 2021, tras 18 meses de matrimonio. Según contó, señalamientos de fraude, racismo y hasta amenazas de muerte fueron los motivos que la llevaron a romper su compromiso con la realeza británica y regresar a México, país del que la estadounidense es residente desde hace años.

Hanna Jaff denunció que sufrió amenazas de muerte por parte de su ex (Foto: Instagram/@hannajaff)

“Es muy triste ver alguien tan cariñoso, tan maravilloso como Hanna ser maltratada por Harry. Hubo amenazas. Le dijo: ‘Voy a matar a todos los mexicanos, a la gente como tú’; fui testigo y fue muy malo. Le peguntaba a ella cómo podía enfrentar a alguien que le decía que quería matar a toda su raza, eso es racismo”, fue lo que dijo una íntima amiga de Jaff al medio Quién.

Hanna Jaff y Henry Roper-Curzon en tiempos felices (Foto: Instagram/@hannajaff)

Además, brindó detalles de las advertencias que recibía: “‘Si no me das dinero, voy a comenzar una campaña de difamación en tu contra’. Pensé ‘¿quién es esta persona?’. Yo estuve en fiestas con ellos, iba a su casa, cenábamos. Cuando comenzó esta actitud (de Henry) fue completamente inusual e inesperado, fue un cambio de 180 grados de esta persona que se presentaba como cariñoso a alguien que es un estafador, un extorsionador, que maltrató a Hanna con actos de racismo”.

Los dichos discriminatorios hacia la joven fueron totalmente inesperados, ya que conoció a Henry luego de que este le dijera a amigos en común que tenía interés en las mujeres de ascendencia latina. Así fue que cuatro meses después de su primer encuentro, el cual ocurrió en el verano europeo de 2019, el primo de las princesas Beatriz y Eugenia de York le propuso matrimonio en los Alpes Suizos y frente a sus amigos.

Después de su escandaloso divorcio, Hanna siguió destacándose como filántropa, conferencista, activista de derechos humanos, pero, sobre todo, en su rol en Jaff Foundation for Education, la organización sin ánimo de lucro que fundó en junio de 2013.

Hanna Jaff se volvió a casar y hoy es marquesa de Guadiaro (Foto: Instagram/@hannajaff)

Tiempo después, el amor volvió a tocar la puerta y de la mano de un título nobiliario. La mujer de 38 años se casó nuevamente en 2023, pero esta vez en España y con Francisco de Borja Queipo de Llano, VII marqués de Guadiaro. A principios de 2024 se convirtió en madre de Hanna y un año después recibió a Francisco. Hoy, la marquesa de Guadiaro vive en México, pero divide sus días entre Los Ángeles y Madrid, ciudad de origen de su marido.