Sorpresivo: la canasta que sirve para calcular la indigencia tuvo deflación

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La canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) volvieron a tener una variación que se ubicó por debajo de la inflación en mayo –1,5%–, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). No solo eso, sino que además la primera de ellas mostró deflación (la que establece la línea de indigencia), con un -0,4%, mientras que la segunda se incrementó apenas 0,1%.

“Es fuerte; lo más importante”, dijo un hombre importante del Palacio de Hacienda a LA NACION sobre el dato que sirve para medir la indigencia.

Además, las dos canastas también evolucionaron por debajo de la inflación en el acumulado del año, período en el que la CBA subió 11,3% y la CBT 8,4%, frente a un índice de precios al consumidor (IPC) de 13,3%. También se incrementaron menos que los precios en la medición interanual, ya que mientras estos subieron 43,5%, las canastas se encarecieron 29,3% y 30,5%, respectivamente.

No se trata de un dato menor, puesto que la CBA se utiliza para establecer la línea de la indigencia, mientras que la CBA se usa para delimitar el umbral de la pobreza. En este sentido, los datos de mayo dan lugar a proyectar que tanto la cifra de pobres como la de indigentes podrían llegar a disminuir este año.

Estas cifras fueron rápidamente celebradas en el Gobierno. “La variación de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total fue de -0,4% y 0,1% mensual, respectivamente. En ambos casos, se trató de las variaciones más bajas desde que comienzan las series actuales en 2016″, destacaron desde el Ministerio de Economía.

Además, el propio ministro de Economía, Luis Caputo, escribió en su cuenta de la red social X: «Inflación minorista Mayo: 1,5%. Canasta Básica Alimentaria: -0,4%. Canasta Básica Total: 0,1%. Sin cepo, corrigiendo precios relativos y con la economía creciendo al 6% anual“.

Más allá de lo positivo de estos números, hacer frente a sus necesidades básicas sigue resultando difícil para los hogares. En tal sentido, el Indec indicó que, para no ser pobre, una familia tipo (cuatro integrantes) necesitó en mayo $1.110.624, mientras que para no caer en la indigencia requirió $500.281. Asimismo, un adulto necesitó en el quinto mes del año $359.425 para no caer debajo de la línea de la pobreza, y $161.903 para no ser considerado indigente.

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social, de la Universidad Católica Argentina, opinó que la deflación de la CBA y el poco aumento de la CBT son muy buenos datos y marcan que tanto el indicador de indigencia como el de pobreza seguirán bajando. Pero advirtió: “Cabe igual señalar que el cambio de sistema de precios no está bien representado en estas canastas, con lo cual el gasto efectivo de los hogares es probable que se alivie en el rubro alimentario, pero no necesariamente en comunicaciones, alquiler, gas y luz”.

Salvia concluyó que bajan la pobreza y la indigencia, pero no explota el consumo. “En todo caso, se mantiene o mejora en forma heterogenea. Incluso, puede ser que se distribuya hacia gastos fijos vinculados con los servicios”, comentó el especialista.

Por su parte, la economista Ana Viganó, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), comentó que “la contracción de la CBA se explica, en buena parte, por fuertes bajas en precios estacionales, mientras que la variación casi nula de la CBT surge de un freno general de la inflación, que en mayo fue de 1,5 % mensual, el nivel más bajo en cinco años”.

Viganó señaló que estos datos evidencian una desaceleración significativa en la dinámica inflacionaria, tanto en los precios de los alimentos como en el nivel general de bienes y servicios. Y agregó: “No obstante, para garantizar la persistencia de este proceso desinflacionario, resulta imprescindible avanzar en una reforma integral del Estado, que vaya más allá de lo monetario y fiscal”.