Los universitarios en Cuba lanzaron un inédito paro por un “tarifazo” en los precios de internet

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BOGOTÁ.- “La revolución jamás rehuirá el diálogo con el pueblo, porque nuestra razón de ser es precisamente servir al pueblo”, reaccionó Miguel Díaz-Canel ante la histórica pulseada entablada por universitarios, indignados tras la medida gubernamental que hizo disparar las tarifas de internet en una sociedad empobrecida.

El paro puesto en marcha por los jóvenes en distintas facultades de La Habana y del resto del país a partir del lunes pasado fue recibido en principio con estupor por las autoridades comunistas. Los aparatos de propaganda desmintieron que se hubiera convocado una huelga, inédita en 66 años de castrismo, pero a la vez Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), llamaba a la unidad y Roberto Morales, uno de los hombres fuertes del PCC, exigía “cerrar filas” como si se tratara de un nuevo 11J, el día que los cubanos se rebelaron en las calles contra el gobierno.

“En momentos como este no hay espacio para ingenuidades”, subrayó Morales, quien añadió los argumentos de siempre (bloqueo, imperio, guerra mediática) para justificar una protesta surgida desde “dentro de los bastiones ideológicos del régimen, donde está la base de reemplazo de la elite oficialista”, explicó a LA NACION el líder disidente Manuel Cuesta Morúa.

De momento, el presidente cubano no ha ordenado dar marcha atrás a la subida de tarifas de internet, pero la realidad es que estas han golpeado muy duramente a la población, y los estudiantes, la cantera de la revolución, se han erigido en sus defensores. Universitarios de las facultades habaneras de Filosofía, Historia, Sociología, Matemáticas y Computación se reafirmaron a lo largo de la semana en no asistir a clases mientras no se reduzcan las tarifas, confirmaron a este diario grupos de estudiantes. Jóvenes de otros centros universitarios en la capital y en la isla se han sumado a la iniciativa de sus compañeros habaneros.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a la izquierda, saluda al arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y los Organismos Internacionales de la Santa Sede, durante un evento con motivo del 90 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y el Vaticano, en el Palacio de la Revolución en La Habana, el jueves 5 de junio.(AP Photo/Jorge Luis Banos)Jorge Luis Baños – AP

“Los estudiantes nos comportamos como voceros de la población, el pueblo confía en nosotros con estos espacios”, fustigó una de las estudiantes en paro durante una de las asambleas abiertas celebradas estos días en los centros universitarios. Los intercambios y quejas de los estudiantes con las autoridades han llenado las redes sociales de episodios que guardan parecido con la famosa diatriba lanzada por el entonces dirigente estudiantil Eliecer Ávila, disidente hoy en Miami, contra Ricardo Alarcón, muchos años presidente del parlamento.

El tarifazo de Etecsa (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, que dispone del monopolio estatal) es tan desproporcionado que ha agitado a la FEU, organización férreamente vinculada a la Unión de Juventudes Comunistas (UJC). Incluso en el seno del claustro de profesores se han producido respaldos esporádicos a la postura firme de los jóvenes.

Las nuevas tarifas de Internet y de los paquetes de datos para celulares, que entraron en vigor el 30 de mayo, suponen además la dolarización parcial del servicio.

Una vez más el binomio jóvenes/internet ha sorprendido al poder castrista, como ya sucedió en el levantamiento popular del 11J, en 2021, que al transmitirse por las redes se extendió por distintos puntos del país.

Los chicos se quejan amargamente porque el paquete principal de datos que ofrece Etecsa, que cuesta 360 pesos cubanos (casi un dólar, en el mercado informal), es totalmente insuficiente, lo que obliga a adquirir paquetes extras a precios inaccesibles, de 3360 pesos en adelante (casi 9 dólares al blue). El salario mínimo en Cuba es uno de los peores de la región, sólo por encima del venezolano: 2100 pesos cubanos al mes, que en el mercado informal no llegaría a los seis dólares.

“Las tarifas sobrepasan el salario mínimo de cualquier cubano y cada vez más la dolarización la convierte en la moneda insignia de este país. ¿Por qué el pueblo debe hacerse responsable del mal manejo y la mala administración”, aseguró uno de los convocantes durante el intercambio de criterios con los enviados del régimen.

Un guardia de seguridad se encuentra en las escaleras de la Universidad de La Habana en La Habana. Las nuevas tarifas de Internet móvil en Cuba, que entraron en vigor el 30 de mayo y dolarizaron parcialmente el servicio, han desatado una ola de descontento entre los usuarios.. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)YAMIL LAGE – AFP

“Nuestra voz no es financiada, es crítica y legítima. Representamos el sentir del pueblo. Ninguna crisis justifica la insensibilidad hacia las necesidades del pueblo”, dijeron este sábado dirigentes universitarios de la Facultad de Biología, plantados con firmeza contra los líderes oficialistas de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).

“Rechazamos categóricamente cualquier intento de deslegitimar nuestro pensamiento crítico y demandas bajo falsas acusaciones de manipulación externa. Nuestro análisis sale del compromiso irrenunciable con Cuba y su pueblo, no de intereses ajenos”, aclaró en otro comunicado distribuido en redes por estudiantes de la Facultad de Comunicación y Letras de Holguín.

¿Se trata de una crítica puntual o el descontento social ha llegado al espinazo de la revolución? Distintos analistas e intelectuales consultados por LA NACION creen que se suman ambas realidades, que el hastío es profundo en una sociedad que ya cambió pero que a la vez están convencidos de que el gobierno saldrá airoso de esta crisis con algunas ajustes sobre las tarifas.

“No se trata siquiera de la demanda misma, importante como es, sino de plantarle cara al poder, al interior de sus instituciones”, añadió Cuesta Morúa.

De momento, “la asistencia a clases ha disminuido, el paro estudiantil es una realidad. Es una crítica a la manera del gobierno de resolver las cosas, que asfixia a la ciudadanía. La indignación es colectiva. Vamos a ver si se concreta la reversión de las medidas o en nuevo mecanismos que beneficien a todo el pueblo”, confirmó de forma anónima un militante del Colectivo Socialistas en Lucha, que apoya in situ la movida estudiantil.

Cuba sufre una eterna crisis sistémica con una grave afectación socioeconómica de la que parece imposible salir. “El tarifazo de Etecsa es el detonante de la protesta y a la vez el colofón de una serie de medidas de ajuste impopulares, que han recaído sobre todo en las clases trabajadoras en un proceso depredador de extracción de la renta. Hay que recordar que la base del funcionamiento de la sociedad cubana está montada en un internet caro y precario que ha crecido mucho”, profundizó a LA NACION el historiador Armando Chaguaceda.