Cómo el choque entre Musk y Trump sacude la alianza NASA-SpaceX y pone en jaque misiones clave

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WASHINGTON.- La relación entre la NASA y SpaceX, pilar fundamental del programa espacial estadounidense, se vio sacudida el jueves tras una fuerte disputa pública entre el presidente Donald Trump y Elon Musk, fundador de la compañía aeroespacial. La tensión, que comenzó en redes sociales, escaló hasta que Musk amenazó con “desactivar” la cápsula espacial Dragon, utilizada para transportar astronautas y suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS).

Esta cápsula, desarrollada con apoyo de contratos gubernamentales que suman cerca de 22.000 millones de dólares, es esencial para mantener en funcionamiento la ISS y para futuros proyectos de la NASA, como el regreso de astronautas a la Luna. SpaceX es actualmente la única empresa estadounidense capaz de transportar tripulación a la estación espacial mediante sus cápsulas Dragon, con capacidad para cuatro personas.

Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dan la mano mientras asisten a la competencia masculina de lucha universitaria NCAA en el Wells Fargo Center de Filadelfia, Pensilvania, el 22 de marzo de 2025. BRENDAN SMIALOWSKI – AFP

Unas horas después de su amenaza inicial, Musk pareció retractarse. En respuesta a un seguidor en X, su red social, que le aconsejaba calmarse, Musk escribió: “Buen consejo. Está bien, no desactivaremos Dragon”. Sin embargo, la sola amenaza generó inquietud, ya que habría representado una reacción sin precedentes por parte de uno de los socios más críticos de la NASA.

La cápsula Dragon es hoy la columna vertebral del acceso estadounidense a la ISS, dado que la alternativa —la cápsula Starliner de Boeing— aún no ha logrado vuelos exitosos con tripulación desde su fallida prueba del año pasado. Por ello, sin Dragon, la NASA tendría que depender nuevamente de las cápsulas Soyuz rusas, una opción más costosa y políticamente delicada, y que solo transportan tres personas a la vez. En la actualidad, existe un sistema de intercambio que garantiza que en cada viaje haya astronautas de Estados Unidos y Rusia para emergencias.

La disrupción potencial de esta colaboración no solo afectaría el abastecimiento y el transporte a la ISS, sino también programas clave de la NASA. SpaceX, además de lanzar misiones científicas y satélites militares, es responsable del desarrollo del cohete Starship, designado para llevar astronautas desde la órbita lunar a la superficie en las próximas misiones Artemis.

No obstante, la disputa escaló a otro nivel cuando Trump, molesto por las críticas de Musk a su legislación de recortes fiscales, amenazó con cancelar los contratos gubernamentales otorgados a SpaceX y a Starlink, el sistema satelital de internet de la empresa.

Musk ordena desmantelar la nave Dragon tras amenaza de Trump de cortar subsidiosUser – x.com/elonmusk

En respuesta, Musk amenazó con desactivar la cápsula Dragon, desatando un enfrentamiento que podría poner en riesgo miles de millones de dólares en contratos y numerosos programas espaciales.

La ruptura ha generado incertidumbre incluso dentro de la administración de Trump. El nominado para administrador de la NASA, Jared Isaacman —aliado cercano de Musk y astronauta privado— fue retirado abruptamente de la consideración tras la escalada del conflicto, afectando la dirección de la agencia espacial.

Trump justificó la decisión diciendo que Isaacman era “totalmente demócrata”, a pesar de que sus donaciones políticas han sido mixtas.

El cohete Falcon 9 de SpaceX y la nave Dragon se ven antes de un lanzamiento en el Complejo de Lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy de la NASA, el 14 de marzo de 2025 en Cabo Cañaveral, Florida.BRANDON BELL – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Este enfrentamiento también pone en riesgo el plan presupuestario de la Casa Blanca, que busca cancelar las misiones Artemis más allá de la tercera, afectando el cohete Space Launch System (SLS), más costoso y atrasado. En contraste, SpaceX ofrece alternativas más económicas y ya cuenta con contratos para llevar adelante las próximas misiones lunares.

El CEO de Fortuna Investments, Justus Parmar, aseguró que “aunque SpaceX es una potencia global en la industria espacial, la cancelación de contratos resultaría en pérdidas significativas de ingresos y oportunidades.”

Asimismo, la exsubadministradora de la NASA, Lori Garver, advirtió que cancelar esos contratos probablemente no sería legal, pero cuestionó el comportamiento de Musk: “Un CEO rebelde que amenaza con desactivar naves espaciales, poniendo en riesgo la vida de los astronautas, es algo insostenible”.

Esta foto de archivo, tomada el 15 de enero de 2025, muestra un cohete Falcon 9 de SpaceX, que transporta los módulos lunares Blue Ghost de Firefly Aerospace y Resilience de ispace, despegando desde el Complejo de Lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida. GREGG NEWTON – AFP

Desde sus inicios en 2002, SpaceX ha crecido hasta convertirse en el actor dominante de la industria espacial estadounidense, revolucionando lanzamientos con cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, y bajando los costos de acceso al espacio, similar a lo que Southwest Airlines hizo en la aviación comercial. Este dominio le ha permitido a la NASA reducir su dependencia de Rusia, con la primera misión tripulada de SpaceX para la agencia en 2020 marcando un hito: el primer vuelo orbital con tripulación realizado por una empresa privada.

Además de sus contratos con la NASA, SpaceX también tiene acuerdos con el Pentágono para lanzar satélites de seguridad nacional y desarrollar una versión militar de Starlink. A pesar de la aparición de competidores como United Launch Alliance con su cohete Vulcan, y Blue Origin con New Glenn, ninguno ha igualado aún la trayectoria y eficiencia demostrada por SpaceX.

Si la disputa continúa y Trump cumple sus amenazas, la capacidad estadounidense para mantener operaciones en la ISS, avanzar en exploración lunar y llevar adelante misiones científicas y de defensa podría verse gravemente afectada. La vocera de la NASA, Bethany Stevens, declaró que la agencia “seguirá trabajando con nuestros socios de la industria para asegurar que se cumplan los objetivos presidenciales en el espacio”, subrayando la importancia de la colaboración con la industria privada para el futuro del programa espacial.

Agencias AP, Reuters y The New York Times