WASHINGTON.– El millonario Elon Musk declaró el viernes que espera “seguir siendo amigo y asesor” de Donald Trump, durante la despedida que ofreció el presidente norteamericano en la Casa Blanca. Fue un cordial final para un tumultuoso mandato de cinco meses al frente de la agencia que se ocupa de los recortes del gasto federal.
El hombre más rico del mundo recibió de manos del presidente en el Salón Oval de la Casa Blanca una simbólica llave de oro.
Vestido de negro y con una gorra de béisbol del mismo color, Musk prometió que seguirá apoyando al equipo de la comisión de eficiencia gubernamental conocida como DOGE y que él lideró hasta ahora.
Lo respaldará en su empeño de “perseguir sin descanso un billón de dólares de despilfarro” para beneficiar “al contribuyente estadounidense”, declaró.
Musk tenía un moretón junto a su ojo derecho en la Oficina Oval, que explicó diciendo que había estado “jugando” con su hijo pequeño.
Musk, que sorprendió al aparecer en el Salón Oval con un moretón en el ojo derecho, también bromeó a costa de los Macron, después de que Trump hablara del incidente viral en el que Brigitte parecía pegarle un manotazo a su esposo.
Después de la respuesta de Trump, Musk se rió y dijo: “Yo tengo un pequeño moretón aquí”. Y cuando se le preguntó cómo se había hecho el golpe, aclaró: “No estaba en ningún lugar cerca de Francia”.
Según contó, su hijo de cinco años le había pegado en la cara. “Estaba jugando con el pequeño X, y le dije: ‘Adelante, golpéame en la cara’”, relató Musk, de 53 años. “No sentí mucho en ese momento, pero supongo que se amorata”.
Trump dijo que “no notó” el ojo morado de Musk, pero agregó: “X podría hacerlo, conociéndolo”.
El hijo de Musk, X, fue visto varias veces en la Casa Blanca cuando su padre dirigía el DOGE. Incluso se sentó en los hombros de Musk durante la primera comparecencia de su padre en el Despacho Oval en febrero, y también fue captado hurgándose la nariz junto al escritorio de Trump.
Durante la conferencia de prensa permaneció de pie junto a Trump, que estaba sentado detrás de su escritorio.
“Espero seguir asesorando al presidente cuando lo necesite. Espero seguir siendo su amigo y asesor, y si el presidente necesita algo, estoy a su disposición”, dijo Musk.
“Estamos totalmente comprometidos a hacer permanentes los recortes de DOGE y detener mucho más el despilfarro en los próximos meses”, respondió Trump.
Musk “realmente no se va”, añadió el presidente republicano. “Tengo la sensación de que (DOGE) es su bebé, y creo que va a hacer muchas cosas”.
Trump elogió a Musk por “un cambio colosal en las viejas formas de trabajar en Washington” y dijo que algunos de sus empleados permanecerían en la administración.
El magnate nacido en Sudáfrica explicó que se retira de su cargo para centrarse en sus empresas, que incluyen Tesla, SpaceX y la plataforma social X.
La salida formal de Musk llega después de que The New York Times publicara un artículo sobre su presunto consumo de drogas.
Según el periódico, Musk consumió tanta ketamina durante la campaña electoral de 2024 que desarrolló problemas de vejiga. También sostiene que toma éxtasis y hongos psicoactivos.
Un periodista le preguntó sobre ello y Musk no respondió directamente. En su lugar criticó al The New York Times por su cobertura de la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016. Después pasó a la siguiente pregunta.
En su reunión con Musk en Washington en febrero pasado, el presidente Javier Milei le llevó como regalo una motosierra.
Bajo la dirección del empresario, DOGE recortó miles de millones de dólares en gastos gubernamentales, gran parte de ellos ya aprobados por el Congreso. Miles de empleados fueron despedidos o forzados a salir. Algunas oficinas gubernamentales quedaron devastadas, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), que era un salvavidas para personas empobrecidas de todo el mundo.
Investigadores de la Universidad de Boston estiman que cientos de miles de personas ya han muerto como resultado de los recortes hechos al organismo.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, lo niega.
A pesar de la agitación, Musk también quedó muy por debajo de sus objetivos. Después de prometer recortar 1 billón o incluso 2 billones de dólares en gastos federales, redujo las expectativas a solo 150.000 millones en el año fiscal actual.
Pero tampoco se sabe si se ha alcanzado ese objetivo. En el sitio web de DOGE se contabilizan 175.000 millones de dólares en ahorros, pero su información ha estado plagada de errores y exageraciones.
Musk, que fue el principal donante de Trump en la campaña presidencial del año pasado dijo recientemente que reduciría sus donaciones políticas.
Por otro lado, el empresario fue moderando su apoyo al gobierno de Trump en las últimas semanas.
“No es que esté de acuerdo con todo lo que hace la administración. O sea, coincido con gran parte de lo que hace la administración, pero tenemos diferencias de opinión”, declaró a la cadena CBS esta semana. “Estoy un poco en un aprieto, pensando: bueno, no quiero hablar en contra de la administración, pero tampoco quiero responsabilizarme de todo lo que hace. Así que estoy un poco estancado, ¿sabes?”
Musk se mostró cauto y admitió que “probablemente pasó demasiado tiempo en política”, según declaró a Ars Technica esta semana.
Su salida del gobierno fue “música para los oídos de los accionistas de Tesla, con unos meses cruciales por delante”, escribió Dan Ives, director general de Wedbush Securities, en un memorando.
El biógrafo de Musk, Walter Isaacson, dijo a la cadena CNBC que si permanecía en la función pública “se iba a frustrar, porque no es el dueño del gobierno federal. Volver a centrarse en sus empresas era algo que necesitaba”.
No es la primera vez que Musk se distancia de la administración Trump; también expresó diferencias en temas como aranceles y visas para trabajadores extranjeros altamente calificados.
Agencias AP y AFP