Brasil: tensión entre un general y el juez en el inicio de las audiencias por la trama golpista que apunta a Bolsonaro

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BRASILIA.- En un tenso primer día declaraciones de testigos en el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, el juez Alexandre de Moraes confrontó este lunes al excomandante del Ejército, general Marco Freire Gomes, por su testimonio en la causa que investiga la presunta trama golpista liderada por el expresidente Jair Bolsonaro para mantenerse en el poder tras la derrota electoral de 2022.

El magistrado presionó al militar por inconsistencias en su declaración respecto a la versión registrada por la policía, escenario que llevó al militar a suavizar su versión sobre el papel del exjefe de la Marina, almirante Almir Garnier, apuntado como aliado de Bolsonaro en la conspiración.

Entrada al edificio del Tribunal Supremo de Brasil, donde se ubican las salas de audiencias en Brasilia, el 19 de mayo de 2025. El juicio contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, acusado de planear un golpe de estado, comienza el 19 de mayo de 2025, con la comparecencia de testigos clave ante el Tribunal Supremo.EVARISTO SA – AFP

Según la Procuraduría General de la República, el expresidente comandó una organización criminal integrada por altos funcionarios, exministros y militares, con el objetivo de anular el resultado de las elecciones de 2022, cuando fue derrotado por el presidente Lula da Silva. Las audiencias de esta semana marcan el inicio de una nueva fase del proceso penal, luego de que el STF aceptara los cargos en marzo por unanimidad.

Freire Gomes fue uno de los primeros testigos en declarar. Es considerado clave porque, de acuerdo con las investigaciones de la Policía Federal, se habría negado a sumarse a la intentona y, en determinado momento, incluso habría amenazado con arrestar a Bolsonaro si avanzaba con un decreto de estado de excepción.

Esa advertencia fue atribuida al general por el brigadier Carlos Baptista Júnior, excomandante de la Fuerza Aérea, en su declaración a la policía. Según su testimonio, Freire Gomes habría amagado con detener al entonces presidente si insistía en buscar una vía para frustrar la asunción de Lula.

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro durante una marcha para exigir amnistía para los detenidos por un supuesto golpe de Estado de 2023, el domingo 6 de abril de 2025, en Sao Paulo.Ettore Chiereguini – AP

Durante la audiencia de este lunes, el general negó haber hecho esa amenaza, pero reconoció que le advirtió a Bolsonaro sobre los límites legales: “¿Que yo le habría dado voz de prisión al presidente? Eso no ocurrió, de ninguna manera. Lo que sí le advertí al presidente fue que, si salía del marco jurídico, no podría contar con nuestro apoyo y podría ser responsabilizado legalmente”, afirmó.

La tensión creció cuando Moraes lo interpeló directamente por inconsistencias respecto al papel de Garnier, a quien en su declaración anterior habría señalado como dispuesto a colaborar con un golpe. “Le voy a dar una oportunidad al testigo para que diga la verdad. Si mintió ante la policía, tiene que decir que mintió ante la policía. Pero ahora, ante el Supremo Tribunal Federal, no puede decir que no se acuerda”, dijo el juez, visiblemente molesto.

Ante la presión, Freire Gomes reculó. Afirmó que no vio “confabulación” en la actitud del exjefe de la Marina durante una reunión con Bolsonaro, en la que se discutía un posible decreto para revertir el resultado electoral.

“Él solo demostró, digamos así, respeto al comandante en jefe. No lo interpreté como ningún tipo de confabulación”, sostuvo.

También confirmó que Bolsonaro le presentó un documento con “consideraciones” sobre la posibilidad de instaurar un estado de defensa o de sitio. “Fue algo superficial, un estudio. Nos dijo que era solo para que supiéramos que estaba trabajando en eso, no pidió opiniones”, explicó.

Además de Freire Gomes, este lunes declararon por videoconferencia otros tres testigos: Éder Lindsay Balbino, empresario señalado como autor de informes sobre presuntos fraudes en las urnas electrónicas; Clebson Vieira, exfuncionario del Ministerio de Justicia; y Adiel Alcântara, exjefe de inteligencia de la Policía Rodoviaria Federal.

Miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro, que defienden un golpe de estado para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, invadieron el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), en Brasilia, prácticamente sin resistencia de la policía de la capital federal.

El STF prohibió grabaciones de las audiencias, tanto a la prensa como a los abogados, y organizó las declaraciones de forma simultánea para evitar la coordinación de relatos. En total, la Corte prevé escuchar al menos 80 testimonios en esta etapa.

Bolsonaro es señalado como el líder del “núcleo crucial” de la conspiración, junto con su exayudante de órdenes Mauro Cid, que actualmente colabora con la Justicia. Ese grupo incluiría también al propio Garnier, al exministro de Justicia Anderson Torres, al exministro de Defensa Paulo Sérgio Nogueira, al exjefe del Gabinete de Seguridad Institucional Augusto Heleno, al exjefe de la Casa Civil Walter Braga Netto y al exdirector de inteligencia Alexandre Ramagem.

Todos ellos enfrentan acusaciones por delitos que, en conjunto, podrían sumar más de 30 años de prisión, entre ellos: golpe de Estado, organización criminal, daño calificado, deterioro del patrimonio protegido y abolición violenta del Estado democrático de derecho.

La defensa de Bolsonaro, que niega todos los cargos, comenzará a presentar sus testigos el 30 de mayo. Entre los citados está el gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, considerado uno de los principales herederos políticos del expresidente para 2026. Las audiencias se extenderán hasta el 2 de junio.

Bolsonaro insiste en que es víctima de una persecución.

En una entrevista reciente con un canal de YouTube, ironizó sobre su situación: “Yo, con 40 años de condena sobre mis espaldas, no tengo a dónde apelar, voy a morir en la cárcel. ¿Cuál delito me imputan? Un delito imposible, el golpe de Disney”, declaró. Además, recordó que el 8 de enero de 2023, día de los ataques a las sedes de los tres poderes en Brasilia, él se encontraba en Orlando, Estados Unidos.

La Corte prevé concluir el juicio en el segundo semestre de este año, con el objetivo de evitar que interfiera en la campaña presidencial. Luego de la etapa testimonial, Bolsonaro y los demás acusados deberán declarar ante el tribunal, en fechas aún no definidas.

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