La visión de dos economistas sobre los “avances impresionantes” y los “riesgos” del plan de Milei

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Productividad. Eficiencia. Baja de costos. Esas son tres de las claves que deben marcar la agenda de corto plazo de las empresas, según los economistas Mariana Camino, CEO de la consultora Abeceb, y Daniel Artana, economista jefe de la fundación Fiel. Es que, según los analistas, el escenario de baja de inflación y apreciación cambiaria redefinió el contexto de diferentes sectores de negocios y los mecanismos para maximizar la rentabilidad.

Cambió la lógica de la economía y eso implica pensar la apertura, cómo entender los desafíos que vienen y cómo prepararse para aprender a flotar”, sintetizó Camino, al hablar del contexto micro y las oportunidades de inserción internacional que se abren para las empresas locales.

Mariana Camino, CEO de la consultora Abeceb, en el 42° Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF)

Según la analista, el panorama de la macroeconomía argentina tras el cambio de Gobierno y el programa de ajuste fiscal y reformas impulsado por Javier Milei genera un escenario “más proclive a los sectores transables” con foco en la exportación. Fue en el 42° Congreso Anual del IAEF, organizado esta mañana en el Centro de Convenciones, durante un espacio moderado por Claudio Zuchovicki, presidente de BYMA.

“Estamos ‘en vías de’, lo que no quiere decir que la economía esté estabilizada. Pero sí podemos hablar de condiciones para diferentes sectores y hay mucha heterogeneidad. Sí hay conciencia en el sector empresarial de que hay que hacer los deberes en materia de competitividad y eficiencia operacional”, dijo Camino.

En esa línea coincidió Artana, quien enfatizó que las firmas deben buscar “competitividad” mediante la “baja de costos”. “El desafío que uno tiene por delante es invertir y estar todo el tiempo reduciendo costos. Mientras, el Estado puede ayudar, con una política que se enfoque en temas generales que te complican la vida, como los malos impuestos”, dijo el economista, al enumerar casos como Ingresos Brutos, el impuesto al cheque o las retenciones.

Mariana Camino (Abeceb), Claudio Zuchovicki (BYMA) y Daniel Artana (Fiel)

También dijo que factores como los cambios en el régimen laboral pueden influir (“eso está y es lo que viene”, planteó en referencia a la hoja de ruta del Gobierno para los próximos años), pero advirtió que “el crecimiento es de dientes apretados”, en referencia a las iniciativas desde el sector privado para buscar eficiencia interna en cada una de sus operaciones.

Según Camino, hoy “cambió la lógica” de la macroeconomía argentina y eso desafía a las empresas a competir en el escenario internacional. “Si funciona la estabilización y estamos el año que viene avanzando en la apertura, con una Argentina inserta en el mundo, el liderazgo del sector transable obliga a las industrias a buscar productividad”, dijo la economista, que precisó también que la “fuerte convicción” del Gobierno por “bajar la inflación” es “previsibilidad para el sector privado”.

Al mismo tiempo, lanzó una advertencia para aquellas empresas que tienen hasta acá el foco en la exportación: “Las firmas que apuntan al mercado internista tendrán que enfrentar una agenda de reconversión. Todo conduce a que cambia la estructura productiva y el modelo de gestión de las compañías”.

Vladimir Werning, vicepresidente del BCRA, en el congreso del IAEFFabián Marelli

Al analizar la evolución de las principales variables macroeconómicas, Artana sostuvo que hubo “avances impresionantes”, y enumeró factores como el “descenso muy rápido de la tasa de inflación” o la “recuperación en V” de la economía, y calificó de “logro importante” haber mantenido esa dinámica “en medio de un ajuste fiscal de cinco puntos del PBI”.

De todas maneras, afirmó que eso “no alcanza” y al analizar lo que le “falta” al plan en marcha es una “baja del riesgo país que permita que el Estado pueda renovar su deuda accediendo al mercado de crédito como ocurre en los países normales”.

En ese sentido, calificó de “necesario” el acuerdo con el FMI, con un desembolso en las reservas que “debería ayudar” a ese proceso de baja del riesgo país, pero analizó los “riesgos” latentes vinculados con el bajo nivel de reservas y las dificultades del BCRA para sumar divisas en su activo.

“Las reservas pasaron de -US$12.000 millones a cero, y volvieron a –US$8000 millones, y el acuerdo con el FMI propone que eso se va a modificar. En el corto plazo, no será con compras en el mercado. El Gobierno ha dicho que va a tratar de reemplazar eso con deuda, y eso genera cierta fragilidad”, advirtió Artana, quien insistió en que acumular divisas en el activo del BCRA permitiría “evitar saltos bruscos en el tipo de cambio” y “tratar de bajar volatilidad” ante un shock negativo.