Europa tiene problemas para reunir 65.000 soldados para formar una fuerza de “disuasión” en Ucrania

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El fin de la guerra en Ucrania tardará más que lo esperado, según Rusia. Después de la cumbre en Londres para organizar las garantías de seguridad “con botas en el terreno” ucraniano, que se necesita para asegurar el alto al fuego, han quedado a la vista los serios problemas europeos para tener una fuerza militar lista y bien armada para la misión.

Al mismo tiempo, Estados Unidos amenaza a Gran Bretaña con postergar su acuerdo comercial y beneficios de tarifas a un segundo plano, si avanza con el pacto de seguridad y de defensa europeo. Un producto del alejamiento de la administración Trump de sus aliados históricos.

Europa tendrá dificultades para reunir 25.000 soldados para formar una fuerza de “disuasión” en Ucrania, debido a la escasez de efectivos y fondos de sus ejércitos, según revelaron fuentes en Londres.

En la cumbre técnica de hace dos semanas de todas las partes, el almirante Sir Tony Radakin, jefe del Estado Mayor de la Defensa británico, preguntó a sus pares del continente si podrían reunir una fuerza de 64.000 efectivos para enviar Ucrania, en caso de un acuerdo de paz. Gran Bretaña estaría dispuesta a enviar hasta 10.000 efectivos.

En reuniones posteriores, los ministros de defensa de toda Europa afirmaron que “no había ninguna posibilidad” de alcanzar esa cifra. Incluso 25.000 efectivos “sería un impulso para un esfuerzo conjunto”.

Gran Bretaña y Francia piensan que no pueden enviar las tropas que pensaban a Ucrania para garantizar y forzar “una paz robusta”.

Gran Bretaña y Francia proyectan enviar tropas de entrenamiento al oeste de Ucrania, en lugar de una fuerza terrestre multinacional para proteger ciudades clave e infraestructuras críticas.

En cambio, el compromiso de seguridad con Ucrania se centrará en la reconstitución y el rearme del ejército de Kiev, con protección aérea y marítima.

Amigos de Danylo Khudia, de 17 años, quien murió el jueves en un ataque ruso, se reúnen cerca de los escombros de una casa en un barrio residencial de Kiev, Ucrania. Foto AP

Los ministros de Defensa expresaron su preocupación por la ambición británica de contar con una fuerza de 64.000 efectivos, en una reunión de la “coalición de buena voluntad ” el 10 de abril. Tras la reunión de la coalición, las conversaciones continuaron en Bruselas, con un grupo más reducido de ministros de Defensa, donde los aliados fueron más francos.

Aliados cercanos expresaron sus dudas a John Healey, secretario de Defensa británico. Señalaron que una fuerza de ese tamaño requeriría un total de 256.000 soldados sobre el terreno durante dos años, incluyendo las rotaciones.

Defensa, la debilidad europea

Dovile Sakaliene, ministra de Defensa de Lituania, declaró a sus pares: “Rusia tiene 800.000 soldados. Les digo esto: si ni siquiera podemos reunir 64.000, eso no parece ser una debilidad. Es una debilidad”.

Sus comentarios fueron descritos como “muy estridentes e inspiradores”.

Las conversaciones revelan la dependencia que Gran Bretaña y toda Europa tienen de Estados Unidos, a la hora de proporcionar una disuasión significativa a Rusia y la necesidad de fortalecer inmediatamente su defensa.

Un participante señaló que sería más fácil asignar fuerzas especiales a tal tarea, ya que no requeriría la aprobación parlamentaria nacional.

Estonia y Finlandia estaban preocupadas de que cualquier despliegue debilitara sus propias defensas fronterizas. Polonia, España e Italia dejaron claro que no enviarán soldados.

“Sin países con grandes poblaciones que destinen tropas, es un callejón sin salida”, añadió la fuente. Francia ha dicho que destinaría aproximadamente la misma cantidad que el Reino Unido, entre 5.000 y 10.000 soldados para Ucrania.

Militares ucranianos cerca de una bomba aérea rusa de alto explosivo de 500 kg detectada en el área del corredor de transporte del Mar Negro. Foto ReutersMilitares ucranianos cerca de una bomba aérea rusa de alto explosivo de 500 kg detectada en el área del corredor de transporte del Mar Negro. Foto Reuters

Una segunda fuente, al tanto de las conversaciones en el Reino Unido, afirmó que Finlandia y Alemania también se oponían en general al envío de fuerzas terrestres. Aunque se entiende que Berlín no ha descartado por completo tal medida.

“Una vez que se descarten esas opciones, ¿De dónde saldrá el ejército? Sin otros, quedaríamos expuestos”, explicó la fuente.

Cambio de perspectiva

Los militares británicos, en off the record, aseguran que tienen un ejército para pelear seis meses. Después comienzan sus problemas logísticos. El Ejército británico, que se está reduciendo constantemente, también sufre escasez de artillería y problemas con los “facilitadores”, como camiones de suministro y otros equipos, que normalmente recibirían de Estados Unidos.

La reticencia de los países europeos a enviar tropas terrestres para proteger a Ucrania ha provocado un cambio en la perspectiva sobre la composición de la fuerza, en caso de un acuerdo de paz. También existe preocupación sobre las reglas de enfrentamiento en caso de un ataque ruso.

Según los planes más probables, se enviarían entrenadores militares británicos y franceses al oeste de Ucrania, cumpliendo así el compromiso de desplegar fuerzas dentro del país. Sin embargo, no estarían cerca de la línea del frente, ni custodiarían instalaciones clave, ni estarían allí para proteger a las tropas ucranianas.

Un portavoz del Ministerio de Defensa británico declaró: “La planificación operativa avanzada dentro de la ‘coalición de buena voluntad ‘ continúa con las opciones terrestres, marítimas y aéreas, y para regenerar las fuerzas armadas ucranianas. Mientras tanto, seguimos apoyando los esfuerzos por la paz, a la vez que intensificamos el apoyo militar a Ucrania mientras continúa la invasión ilegal de Putin”.

Frente a estos problemas logísticos y la amenazas del nuevo mundo, Gran Bretaña prepara un acuerdo de seguridad y defensa con la UE. Estados Unidos ha advertido que el reinicio del Brexit con la Unión Europea propuesto por Sir Keir Starmer podría frustrar un futuro acuerdo comercial con Washington.

Los negociadores británicos están a punto de firmar un acuerdo, que armonizaría las normas alimentarias y veterinarias del Reino Unido con las de la UE.

El Departamento de Agricultura de EE. UU. afirmó que esto limitaría la capacidad del Reino Unido para concluir un acuerdo de libre comercio con Washington , en un informe aprobado por el agregado agrícola estadounidense en Londres.

“El Gobierno del Reino Unido se ha comprometido a firmar un nuevo acuerdo sanitario y fitosanitario con la UE para aliviar las fricciones comerciales posteriores al Brexit. Pero dependiendo del tipo de acuerdo alcanzado, podría afectar la capacidad del Reino Unido para negociar futuros acuerdos de libre comercio”, afirma el informe.

El informe salió a la luz tras revelarse que Downing Street había propuesto una declaración conjunta a Bruselas, que comprometería a ambas partes a rechazar las políticas más controvertidas de Donald Trump.

Para Trump, una medida hostil

Cualquier acuerdo entre el Reino Unido y la UE que excluyera los productos estadounidenses sería considerado una medida hostil por el presidente de EE.UU.

También pondría fin a los intentos de Sir Keir de actuar como intermediario entre la Casa Blanca y Bruselas en diversos temas, como las conversaciones de paz en Ucrania y los aranceles comerciales.

Los negociadores del Brexit del Reino Unido y la UE se reunieron el martes en Londres para conversar antes de una cumbre entre el primer ministro, líderes europeos y otros ministros del Reino Unido el próximo mes.

El Gobierno no ha negado que podría firmar un acuerdo agrícola al estilo suizo con Bruselas para facilitar los controles comerciales sobre los productos que circulan en ambos sentidos.

Esto permitiría que las normas alimentarias del Reino Unido se alinearan dinámicamente con las de la UE y fueran revisadas por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

“La firma de un acuerdo al estilo suizo requeriría que el Reino Unido se alineara con casi todas las normas de seguridad alimentaria de la UE y luego, replicara dinámicamente todos los cambios regulatorios futuros realizados por el bloque, lo que limitaría la flexibilidad del Reino Unido para negociar los capítulos agrícolas de otros TLC”, advirtió el informe estadounidense.

El Gobierno británico ha insistido en que no tiene que “elegir” entre sus alianzas con la UE y EE.UU.

Sir Keir ha afirmado anteriormente que el interés nacional “exige que trabajemos con ambos” bloques.

Pero a los 100 días de Trump en el cargo, funcionarios británicos presentaron a Europa un borrador de documento que insistía en la integridad territorial de Ucrania. También solicitaba apoyo al acuerdo climático de París y al libre comercio.

Si bien el documento no menciona específicamente a Trump ni a EE.UU., se centra en muchas de sus políticas más controvertidas.