entre risas, insinuó que Estados Unidos saboteó el gasoducto Nord Stream en Europa

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Un alto funcionario del gobierno de Donald Trump insinuó que Estados Unidos estuvo detrás de las explosiones del gasoducto Nord Stream 1 y 2. Así lo aseguró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que dio a entender que el sabotaje fue para debilitar la relación de Europa con Rusia.

El sabotaje a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 ocurrió en septiembre de 2022. Las explosiones se registraron en el Mar Báltico, en aguas danesas. Las autoridades europeas hablaron entonces de “sabotaje”, en medio de la guerra Rusia-Ucrania. Si bien los rumores señalaban al Kremlin como responsable del ataque, otros dirigentes apuntaron a Washington. El ex canciller polaco Radek Sikorski colgó en Twitter la foto de la fuga de gas en el mar y escribió: “Gracias, Estados Unidos”.

Bessent hizo su polémica declaración en una entrevista con Tucker Carlson, conductor de podcast cercano al trumpismo. El secretario del Tesoro hablaba sobre las tarifas y el vínculo con China, cuando Carlson le preguntó por Europa.

“Miramos atrás y recordamos la famosa reunión donde el presidente Trump les dijo a los europeos que estaban locos por construir el Nord Stream 2”, recordó sobre la advertencia que envió el magnate en su primera presidencia y que reiteró Biden durante su etapa. En ambos casos, Berlín -detrás del gasoducto- no escuchó.

“¿Qué estaban haciendo?”, siguió Bessent, que cuestionó la dependencia europea de Rusia para obtener combustibles. “Ya obtiene la mayoría de su energía de Rusia, ¿y va a insistir aún más en eso? Y lo hicieron. Y mire lo que ocurrió”.

Lo destruimos —respondió, cómplice, Carlson.

—Alguien lo hizo —acotó el funcionario, levantando las manos y esbozando una sonrisa

Alguien lo hizo. Probablemente Putin —lo imitó Carlson, con voz fingida.Ambos estallaron en una carcajada.

—Leí que unos pescadores noruegos se toparon con ello accidentalmente —bromeó el secretario del Tesoro.

Entonces volvió a recordar la advertencia de Trump. “Pero mira, los europeos se niegan enfáticamente” a paralizar la obra del Nord Stream 2, dijo. “Pero creo que ellos también tendrán que reequilibrarse”.

Y añadió: “Alemania tiene una economía de exportación muy desequilibrada y estaban al borde de la desindustrialización. Ellos eran lo opuesto a nosotros. Tenían energía costosa, dependían de Italia y de los países del sur para mantener el euro devaluado, y vendían en China. Y ahora China se está convirtiendo en su competidor”.

El ducto submarino Nord Stream, de 1.230 km, fue concluido a fines de 2021, con una inversión de 11.000 millones de dólares. La casa matriz es el gigante energético ruso Gazprom.

Sin embargo, tuvo dificultades casi desde el comienzo, ya que en marzo de 2022 Alemania suspendió la certificación del gasoducto Nord Stream 2, en respuesta a la invasión de Ucrania.

Tras la puesta en funcionamiento, Moscú cerró más tarde parte de los grifos, por lo que Alemania demandaba menos gas de ese país, aunque su dependencia seguía siendo considerable: antes de la guerra el 55% sus importaciones eran de Rusia, luego fueron del 35%.

En ese contexto, las autoridades alemanas pidieron a sus ciudadanos que gasten menos gas para no consumir en los próximos meses las reservas y llegar al invierno siguiente con lo suficiente para hacer funcionar las calefacciones.

A fines de septiembre, las tres explosiones se escucharon en el Mar Báltico, a 800 millas inicialmente por los sismógrafos, antes que se descubriera el daño a dos tubos de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en aguas danesas, que se extienden desde Rusia a Alemania y están repletos de gas natural.

“Toda nuestra información indica que estas fugas son el resultado de un acto deliberado. Cualquier deliberada disrupción de la infraestructura de energía es absolutamente inaceptable y se encontrarán con robusta y unida respuesta” dijo Josep Borrell, el español y jefe de política exterior de la UE, en nombre de los 27 países del continente.

Si bien las opiniones mayoritarias apuntaban a Rusia, Putin negaba su intervención en el sabotaje y redoblaba las acusaciones. “En esencia, es un acto de terrorismo internacional”, calificó las explosiones.